Viajar al espacio se ha convertido en el plan más apetecible para los ricos, tanto, que ya lo denominan como la segunda carrera espacial. Multimillonarios como Jeff Bezos, Richard Branson o Elon Musk tienen entre manos ofrecer vuelos suborbitales que permitirán a los turistas experimentar la gravedad cero durante unos instantes.
Por su parte, la NASA está planificando un programa internacional, Artemis, con el que pretende enviar humanos a la Luna en 2024.
Las plantas, las mejores aliadas del hombre
Mientras tanto, José María Ortega, ingeniero aeroespacial español de 28 años, piensa más allá del turismo espacial. Desde hace años lidera el proyecto Green Moon Project, que se basa en tres pilares: la geología planetaria, la biología vegetal y la tecnología espacial. Su principal reto es el desarrollo de una planta en el satélite de la Tierra, donde la gravedad es seis veces menor que la terrestre.
Esta idea, en la que lleva trabajando desde 2016, pretende resolver uno de los mayores retos en el espacio: crear alimentos que proporcionen suministros que no vengan de la Tierra para futuros astronautas o turistas espaciales, aunque tampoco descarta que estos cultivos vuelvan para ser consumidos en nuestro planeta.
Para el joven, las plantas serán las mejores aliadas del ser humano en su viaje espacial interplanetario, ya que si no se construyen invernaderos lunares, imaginar en colonias espaciales es impensable, por el coste que supone el envío de suministros.
Una de las claves de la investigación es estudiar el terreno lunar y para ello, la tierra de la isla de Lanzarote, regolito basáltico o comúnmente conocido como La Geria, es lo más similar al de la Luna para realizar pruebas.
Hasta la isla ya ha viajado el ingeniero con un grupo de la Agencia Espacial China quienes se han interesado por el proyecto y han firmado una colaboración en astrobiología y ecosistemas extraterrestres.
Así es como este ingeniero malagueño está solo a un paso de cultivar en la Luna.
