Según se han hecho eco varios medios de comunicación, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2022 en España, ha registrado un nuevo máximo de envejecimiento, del 133,5% o, lo que es lo mismo, ya se contabilizan 133 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.
Este aumento del número de personas mayores conlleva que cada vez haya más personas longevas con mayor índice de dependencia (necesidad de asistencia por parte de una tercera persona para realizar las actividades básicas de la vida diaria).
Y cuidar a una persona dependiente no siempre es una tarea fácil ya que se adquiere un grado alto de responsabilidad y dedicación, además de que en muchos casos supone un agotamiento mental, emocional y físico. En caso de que el cuidador sea un familiar, esta labor también puede afectar a su vida cotidiana (trabajo y/o estudios, vida familiar, salud o tiempo libre).
Síntomas de estrés de un cuidador
Es importante detectar los signos de alarma que anteceden a las alteraciones emocionales de la sobrecarga de la persona cuidadora para poder intervenir con suficiente antelación y no esperar a que lleguen a convertirse en irreversibles.
Los signos de alarma más relevantes que deben ponernos en alerta para saber que el cuidador está estresado son: ansiedad, susceptibilidad, agotamiento, insomnio, defensas bajas, aislamiento social, sensación de no disponer de tiempo para uno mismo, cambios frecuentes de humor o de estado de ánimo, nerviosismo, tristeza, frustración, entre otros.
¿Cómo cuidarse un cuidador?
La semFYC señala algunos consejos que pueden prevenir el desgaste de la persona cuidadora:
- No esperar a tener que decir “no puedo más”. Saber pedir ayuda.
- Cuidarse llevando una vida sana: dormir lo suficiente, realizar ejercicio, intentar tener momentos para sí mismo, mantener las aficiones, etc.
- Organizar mejor el tiempo.
- Mantener la red social con los amigos y familiares
- No asumir más de lo que se puede llevar.
Es importante aceptar que cuidar de alguien con dependencia es una tarea complicada y agotadora, pero también conlleva satisfacciones con el solo hecho de ver sonreír a la persona, una mirada de cariño… estos pequeños e importantes gestos ayudan a continuar con esta gran labor.
Desde BERBĒS siempre hemos valorado mucho la conciliación laboral y familiar para que, entre otras cosas, nuestros profesionales puedan atender las necesidades que la vida personal y familiar demanda.