Transparente, leal y campechano son tres buenas palabras para definirme. Me completan mi familia, los amigos y la felicidad de los que me rodean. Me considero afortunado y prefiero el campo a la playa. Una comida sencilla, un paseo con los míos y un poquito de Dire Straits como música de fondo me hacen sentirme en paz con el mundo.

Me imagino un día perfecto sin madrugar, al lado del mar con gente querida, comiendo aceitunas y chocolate; bailando y cantando a voz en grito ‘A quién le importa’ de Alaska. Me gusta el verano y el mar; viajar y charlar con la gente a la que quiero. Cuando llueve, el campo mojado me recuerda a los veranos de mi infancia en un pueblo muy chiquitito, donde la mayoría eran agricultores, y en la época de siega, cuando llovía, se llenaba todo de ese olor a campo y trigo mojado. Un consejo a mi yo niño: escucha todo, míralo todo, prueba todo, hazlo todo, siempre hacia delante porque tú puedes.

División de Administración,
Finanzas y RRHH

Al contrario que mucha gente, el invierno es mi estación del año favorita. Soy una entusiasta de la Navidad, la lectura y la lluvia. Las tormentas me ponen de buen humor… y el olor a tierra mojada me trae bonitos recuerdos. Mi familia es lo más importante en mi vida, junto a mis amigos, me complementan y me convierten en quien soy: alguien sincero, leal y que valora mucho el sentido del humor.

Libros, música, playa, sol, una chirimoya fresquita… Palabras para definirme. Jonathan Franzen, Chavela Vargas, Cádiz, Truman Capote, los Rolling. Mi gente. Atún de almadraba; la luz del verano. Las amistades de la infancia; sentir que no pasa el tiempo, la complicidad, el cariño, la comprensión. Palabras.

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Soy reservada, divertida, ordenada; también viajera, playera, familiar y refranera. Con el tiempo y la paciencia se adquiere la ciencia, es mi refrán favorito. Si pudiese viajar en el tiempo iría al futuro, aunque volvería atrás para conocer a Leonardo da Vinci y de paso hacerle una visita a mi yo niña para decirle: “Disfruta de todo lo que te rodea”.

Corporativo y asuntos públicos

Madrid me ha visto nacer y crecer. Me dejo llevar por la intuición, algo que se me ha pegado de ser escorpio. Los mejores momentos, los improvisados y de última hora. Ir de viaje y de conciertos, están entre mis favoritos, aunque tampoco diré que no a cualquier plan gastronómico. Y si es en familia o con amigos, mejor todavía.

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Lo que más me gusta del mundo es ver a mi hija reír, aunque no le hago ascos a un buen karaoke. El olor a crema solar, al agua de mar y a las tormentas de verano me lleva a mi infancia y a Punky Brewster, mi serie favorita cuando era pequeña. Si pudiese volver allí, le diría a mi ‘yo niña’ que valore siempre los pros y los contras de todo para tomar la mejor decisión; y que abrace mucho a los abuelos, que llegará un día en que los eche de menos. Valoro de mis amigos que estén siempre ahí, a pesar del tiempo y de la distancia.

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Ser feliz, disfrutar haciendo mi trabajo, pasear por la playa, acariciar a mi gata, el olor a Nenuco, la luz de la primavera… Me gusta Madrid, pero Irlanda está entre mis destinos pendientes. Al futuro le pido seguir con salud muchos, muchos años; y quizás un súperpoder… ¡Teletransportarme!

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Soy adicta a la tele y a las series desde pequeña, pregúntame lo que quieras y te saco de dudas. También a los refranes y a todo lo que tenga que ver con Zaragoza y con mi pueblo. Me encanta la Historia y viajar, así que recorrería muchísimas épocas a lo largo de los siglos, pero me quedaría en el siglo XIX y principios del XX (¡los locos años 20!). Entre las canciones que no me resisto a bailar, ‘Mil campanas suenan en mi corazón’ y cualquiera de El Canto del Loco o de grupos ochenteros españoles.

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Volvería a leer una y otra vez ‘A Sangre Fría’, de Truman Capote; mientras canto y bailo Friday I’m love (The Cure). Me imagino el día perfecto como una fiesta piscinera, comiendo gazpacho y tortilla de patata, que por algo el verano es mi estación del año favorita. Si me preguntas por el trabajo te diré que lo que más me gusta es hablar con periodistas de muchos medios y aprender cómo funciona cada uno. De los amigos valoro que sean de los que te reencuentras como el primer día, aunque pasemos mucho tiempo separados. Un súperpoder: Ser invisible.

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Un día perfecto tendría para mí 36 horas, ¡como mínimo! Ese día haría sol, la temperatura sería agradable y no estaría pendiente del reloj (ni del móvil). Sin madrugar, sin prisa. Un buen desayuno, un largo paseo en la mejor compañía, un buen rato leyendo y escribiendo, una conversación con la que aprender y reírse, sesión extra de cariño y vino tinto con una tabla de quesos. La orilla del mar, mis amigos muy cerca, y terminar bailando ‘I gotta feeling’, de Black Eyed Peas.

La salud lo es todo, y más para mí. Llevo toda la vida vinculada al ámbito de la salud: desde la enfermería, el periodismo y ahora desde la comunicación. Dicen que soy una persona tranquila, quizás sea así, porque me gusta el mar en calma, el sonido de las hojas movidas por el viento y una conversación sin prisas. Despistada para algunos detalles y observadora para otros, creo que mi atención se centra en las pequeñas cosas, como decía Serrat, porque capto bien las miradas, las sonrisas e incluso los pensamientos fugaces. Estoy totalmente de acuerdo en que lo esencial es invisible a los ojos, para eso está el corazón. En esta profesión, aunque pudiera parecer lo contrario, el alma y el corazón son fundamentales para que el mensaje llegue a buen puerto.

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El buen tiempo, sentir la sal en la piel y estar con los míos en una terraza frente al mar escuchando música flamenca es lo que me hace feliz, al igual que jugar con mi hija. Me encanta conocer gente, viajar a sitios nuevos y probar diferentes comidas. Mi lema de vida: ‘Hakuna Matata: Vive y se feliz’.

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Mi estación favorita es el verano, viviría constantemente en él. Lo que más me relaja y me llena de paz es sentarme a ver el atardecer escuchando el mar de fondo. Los documentales sobre las curiosidades del mundo marino son mis preferidos. Soy muy observadora, será por eso que desde pequeña he querido unos prismáticos para mirar más allá de lo que estaba a mi alcance. Me encanta viajar y cuando lo hago, intento exprimir los días visitando todo lo posible por lo que planeo qué hacer cada día, pero si los planes cambian, convierto cada imprevisto en una nueva experiencia.

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El mejor día empieza y termina con una taza de café. Fan irredento de los tebeos y los videojuegos que siempre muestra interés por casi cualquier “frikada”. Hablemos de rutinas de entrenamiento, de temas de salud o de lo que quieras, pero en persona y sin consultar el móvil. Algo cabezota, razonablemente reservado y muy familiar. La mejor escritura nace con música de fondo que despierte recuerdos de infancia.

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Me apasiona ser periodista. Desde pequeña me sentía muy feliz escuchando la radio o viendo la televisión para saber qué sucedía a mí alrededor. Me encanta también la playa, en especial, La Carihuela, un pueblo marinero cerca de Málaga donde pisé la arena por primera vez con solo dos años. Siempre que tengo la oportunidad viajo hasta allí para pasear por el mar o refugiarme en un libro mientras escucho el sonido de las olas. Tengo la sensación de que allí nada malo puede suceder, al igual que cuando estoy con las personas que quiero, mi mayor tesoro.

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Leer y releer esos libros que te rozan en el momento justo, libros de Murakami, Auster, Millás y tantos otros. Escuchar música y seguir descubriendo grupos nuevos, ir al cine a ver películas de Wes Anderson y salir de allí con una sonrisa de niña encantada. Pasar tiempo con mi hija Violeta, reír y sorprendernos juntas. Charlar con los amigos y buscar en las palabras esa complicidad que nos acerque. Pintar muebles de colores raros, o montarme en el bus y simplemente mirar a través de la ventanilla, sin pensar en nada. Todo eso me hace feliz.

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Mi plan perfecto: un día de campo en otoño, soleado y con las hojas de los árboles de color amarillo con mi familia y amigos que termine en un bar bien cerquita de una chimenea. El olor a leña por la calle es una de mis pasiones, quizás porque he pasado muchos días de mi vida en un pueblo de la Alcarria que invita a tener un buen fuego encendido.

En el ámbito profesional, lo que más me gusta es el trabajo en equipo y que cada día aprendo algo nuevo.Un libro que leer una y otra vez, El Clan del Oso Cavernario.

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¿Tú eres del sur o extremeña? Extremeña por todos los poros. ¡Sí! mi acento me delata, y después de 20 años en la capital sigo manteniendo esa pizquina 😉 de mi tierra, a la que añoro cada día… pero también me quedo con la capital que me ha dado cosas adorables como la gran familia que tengo, las fiestecitas con panzada de risas incluidas… ¿Y qué más? Que soy una lectora incondicional, curiosa a más no poder, viajera cuándo me dejan… y que no hay capítulo de Anatomía de Grey que se me resista, pese a las 20 temporadas que tiene.

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Si tuviera que definirme con dos palabras serían compromiso y perseverancia. Me gusta afrontar nuevos retos, me ilusiona conseguirlos. Me encanta “venirme arriba” con un rock and roll de los 60-70, salir con amigos, viajar y “patearme” nuevos sitios, y leer. Mi familia es la chispa que enciende todos mis días.