El comienzo de un nuevo año es el momento elegido por muchos de nosotros para plantearse nuevas metas y objetivos, destinados a mejorar la salud o la calidad de vida. Entre estos objetivos se suele encontrar el deseo de apuntarse al gimnasio, aprender nuevos idiomas y también el abandonar el consumo de alguna sustancia, como el tabaco y también el alcohol.
En España, el consumo de bebidas alcohólicas está muy normalizado debido a su elevada producción y el arraigo social que tiene en nuestra cultura. El alcohol es uno de los principales factores de riesgo de carga de enfermedad y, además de ser una sustancia adictiva que puede ocasionar dependencia, contribuye al desarrollo de múltiples problemas de salud y lesiones. Sin embargo, pese a toda la evidencia científica existente hoy en día, todavía persisten muchos mitos relativos a su consumo.
Precisamente, el Ministerio de Sanidad y el Plan Nacional sobre Drogas han desmentido 11 mitos populares sobre el alcohol. Para empezar, se cree que beber alcohol solo los fines de semana no produce daños en el organismo. Sin embargo, el daño que provoca depende del llamado “patrón de consumo”, es decir, de la cantidad (a mayor cantidad, mayor daño) y de la intensidad (la misma cantidad concentrada en menos tiempo es más dañina).
Otra cuestión a desmentir es la idea de que el alcohol puede resultar beneficioso de alguna forma. En realidad, cualquier consumo puede implicar un riesgo, de forma que lo más saludable será siempre no consumir alcohol. Finalmente, los expertos niegan su capacidad a la hora de facilitar las relaciones sexuales. Al contrario, el consumo abusivo puede muchas veces dificultar o incluso impedir unas relaciones sexuales plenas, provocando impotencia y otras disfunciones asociadas.
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