La última semana ha estado muy centrada en salud pública para la ministra de Sanidad. El pasado martes, el Gobierno dio luz verde a la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública, una idea surgida tras la pandemia, para la que sonó el nombre de Fernando Simón. A día de hoy, ni su director / a, ni su ubicación, se han decidido, pero el proyecto de ley ha propiciado la primera aparición de Mónica García en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, un escaparate por el que casi todos quieren pasar. Se confirma que, por ahora, la salud pública, esa competencia tan etérea cuando no hay pandemia, va a ser el terreno al que queda circunscrita la acción de García, primera ministra del ramo de Sumar. De hecho, ésta es la única dirección general que por ahora se ha permitido relevar, poniendo a una persona muy afín y de su confianza (Pedro Gullón), mientras que las competencias más “duras” de Cartera de Servicios y Farmacia siguen en manos del director general nombrado por el anterior Ministerio (PSOE), igual que las de Ordenación Profesional. Quizá García quisiera tener las manos más libres para hacer y deshacer en Sanidad, pero las competencias de las CC AA, por una parte, y el pulso de las dos fuerzas en el Gobierno, por otra, de momento no se lo han permitido. Por eso, hace una semana, buena parte de su comparecencia de líneas generales en el Congreso de los Diputados estuvo centrada en la salud pública. El anuncio de la Agencia Estatal, junto con proyectos como la ley de alcohol en menores (rescatado del cajón donde coge polvo desde hace 23 años) y de regulación del tabaco (en gran parte dado por normativa europea), centraron buena parte del tiempo de intervención. Eso sí, la ministra deslizó la idea, con ataque a la sanidad privada incluida, de una ley que impida la gestión privada de centros públicos. A día de hoy, eso no sería posible porque la competencia es de las CC AA.
Nombres propios: Marina Pollán, nueva directora del ISCIII
Marina Pollán ha sido nombrada directora del Instituto de Salud Carlos III. Se trata de una investigadora de prestigio, primera directora de la institución que ha desarrollado su carrera casi íntegramente en el organismo. Es profesora de Investigación del Centro Nacional de Epidemiología desde 2016 y ha sido directora científica del Consorcio de Investigación Biomédica en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) desde 2017. Además, es conocida por haber dirigido el Centro Nacional de Microbiología en los años de la pandemia (entre 2019 y 2022), desde donde fue la encargada de presentar los primeros resultados del estudio de seroprevalencia en España frente a la Covid-19. El perfil técnico y científico de esta investigadora es indiscutible y Mónica García se apunta un tanto con su designación, pese a que no tiene por qué haber sido idea suya. Aunque el ISCIII tiene doble dependencia, orgánica y funcional, del Ministerio de Ciencia, y funcional en parte, del Ministerio de Sanidad, ha sido este último el que ha llevado al Consejo de Ministros el decreto de nombramiento, lo que indica que García, como todos sus predecesores, no está dispuesta a renunciar a la “joya de la corona” que es el Instituto, aunque tenga que compartirlo con otro ministerio.
Para los próximos días…
La cumbre Sanidad-CC AA sobre Atención Primaria será a finales de la semana que viene: el 9 de febrero se celebrará el Pleno del Consejo Interterritorial monográfico sobre este asunto del que Mónica García lleva hablando desde que llegó al Ministerio, aún no está claro si de manera presencial o, más probable, telemática.