La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, prepara su segundo mandato y esta semana ha sido una de las fechas clave en su carrera por afrontar cinco años más como líder de la UE. En estos días, la alemana ha hecho su propuesta para el nuevo colegio de comisarios. Habrá 27, un comisario por país. Por España, será la actual vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ocupará una de las seis vicepresidencias creadas por Von der Leyen. Pero en el sector salud se mira más a otro nombramiento, el del candidato a comisario de Salud y Bienestar Animal, el húngaro Olivér Várhelyi. Licenciado en Derecho y con amplia experiencia en el Parlamento Europeo, de él se dice que es el hombre de Viktor Orbán en la Comisión, del que a su vez se dice que es el hombre de Putin.
Quizá la intención de Von der Leyen haya sido darle una cartera que se pueda considerar “menor”. No obstante, su nombramiento sin duda tendrá implicaciones en un sector que, como se puso de manifiesto en la pandemia, es clave también a nivel europeo. Bien lo sabe su antecesora en el cargo, la chipriota Stella Kyriakides, que sufrió como comisaria la crisis de la Covid-19, compra de vacunas incluida.
Aún es pronto para determinar qué impronta dejará Várhelyi en Sanidad. El primer paso, su ratificación por parte del Parlamento Europeo, una prueba que quizá no todos los candidatos superen.
Tarjeta sanitaria virtual
En lo doméstico, esta semana el Consejo de Ministros ha aprobado el decreto que actualiza la tarjeta sanitaria. La medida, anunciada por el Ministerio de Sanidad de Mónica García, en realidad es el resultado del trabajo que lleva haciendo años Juan Fernando Muñoz, el ingeniero del Ministerio que hoy es secretario general de Salud Digital. La novedad es que la tarjeta de plástico actual coexistirá con la tarjeta en formato virtual, con un QR y una banda magnética legibles en todas las CC AA, y se evitará tener que llevar la tarjeta físicamente. Las CC AA tienen 18 meses para adaptarse a la nueva norma.
