En esta semana, se celebra el ‘Día Europeo para el uso prudente de los antibióticos’ coincidiendo con la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de Antibióticos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una iniciativa que tiene como objetivo que la población tome conciencia sobre los riesgos que puede conllevar el uso indebido de los antibióticos, así como, fomentar prácticas más eficaces entre los profesionales de la salud y las instituciones que permitan detener la aparición y la propagación de infecciones resistentes a este tipo de medicamentos.
Con el paso de los años, el cuidado de la salud, los avances en los tratamientos de enfermedades, las infecciones, los contagios o el propio uso imprudente de medicamentos se han convertido en una realidad en nuestra sociedad. Podría decirse que estamos ante una crisis sanitaria ocasionada por el mal uso de antibióticos y por la necesidad de nuevos tratamientos que ayuden a combatir las infecciones.
En esta línea, la OMS llega a describir la resistencia a los antimicrobianos (conocida como RAM) como una «amenaza para la salud y el desarrollo mundiales«. De hecho, la considera como una de las 10 principales amenazas de la humanidad.
“La resistencia a los antibióticos se produce cuando los microbios -bacterias, hongos, parásitos y virus- evolucionan hasta el punto de que los medicamentos antimicrobianos que antes funcionaban para tratarlos dejan de ser eficaces. Como consecuencia de esta farmacorresistencia, las infecciones se propagan y se hacen más difíciles de tratar”, define la Organización Mundial de la Salud.
En este sentido, la resistencia a los antimicrobianos llegó a causar alrededor de 1,27 millones de muertes en el mundo en 2019. Incluso, se prevé que para 2050 el número de víctimas podría ascender a 10 millones de muertes anuales. Está claro que estos datos no sólo se limitan al ámbito sanitario, sino que de una forma u otra la economía global se verá afectada en muchos otros ámbitos.
Además, es importante recalcar que el uso deficiente de antibióticos puede acelerar el desarrollo y la propagación de la resistencia, es decir, si un tratamiento con antibióticos no acaba por completo con una infección determinada, lo que se produce es que se dejan atrás los microbios más capaces de luchar contra el fármaco. Por esa razón, cuanto más exponemos a los microbios a los antimicrobianos y/o a otros microbios resistentes, más oportunidades se generan para que la resistencia se desarrolle y multiplique.
Coincidiendo con el Día Europeo para el uso prudente de los antibióticos, en BERBĒS, como agencia líder en comunicación especializada en el sector de la salud, queremos hacer hincapié en la necesidad de seguir impulsando acciones de concienciación entre la población sobre la importancia de uso correcto de los antimicrobianos.