Skip to main content

Esta semana, el Gobierno ha querido dar una buena noticia sanitaria y ha anunciado el Plan Veo, que consiste en dar una ayuda universal de 100€ para niños hasta 16 años que necesiten gafas o lentillas. Uno se imagina un “brainstorming” en el que pensando en los conceptos de vista, ver, niños, etc., surgiera la idea de llamarlo “Veo, veo”, y que luego se haya quedado en Veo a secas. Con independencia de su nombre, Pedro Sánchez y Mónica García, cada uno desde su puesto y barriendo para su partido, han vendido a bombo y platillo este acuerdo con el Colegio de Ópticos y Optometristas -una de las profesiones sanitarias menos conocidas-. El tiempo dirá si estos 100 euros se notan en el bolsillo de las familias que efectivamente necesitan esta ayuda, pues las gafas y lentillas son bastante más caras para todas las edades, y el fracaso escolar asociado a las dificultades en la visión influye directamente en la lectoescritura y es algo más complejo que “no ver la pizarra” como sintetizó el presidente.

De momento, la polémica está en si esta ayuda debe ser universal, habida cuenta de que la desigualdad social es un determinante de la salud clave en España. Así lo demuestra la Encuesta de Salud de España, también publicada esta semana por el Ministerio de Sanidad. Así, el 83% de las personas de clase social acomodada consideran su salud buena o muy buena, frente al 70% de las de clase baja. Una realidad que también es necesario “ver”.

Todo vendido en la asignación MIR

Otra buena noticia para Sanidad esta semana, o así lo ha celebrado el Ministerio. Todas las plazas del Sistema de Formación Especializada se han asignado. Esto incluye algunas de difícil cobertura, como las de Medicina de Familia del MIR. Y es la primera vez en cinco años que no quedan plazas vacantes de esta ni de otras especialidades. Para el Ministerio, este éxito “refleja el impacto de las mejoras implementadas en la planificación formativa y las políticas de incentivo para atraer a nuevos profesionales a una especialidad clave en el sistema sanitario público”. Sin embargo, son las CC AA las que ofertan las plazas y las que, cada vez más, se las tienen que ingeniar, compitiendo entre ellas, para atraer el talento. Más allá de apuntarse medallas para una u otra administración, ahora queda la segunda parte. ¿Se quedarán esos nuevos médicos de familia en los centros de salud de todas las CC.AA. al terminar su formación u optarán por otras salidas, incluida la de repetir el MIR?  

Deja una respuesta

Ir al contenido