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Informar sobre salud con rigor permite construir una sociedad mejor informada con la capacidad de tomar mejores decisiones y también salvar vidas. Un artículo sobre suicidio con un mensaje esperanzador puede ayudar a que una persona con ideas autolíticas siga adelante, mientras que una estrategia de comunicación bien enfocada puede lograr que un paciente cumpla un sueño vital o ser el altavoz que necesitan los pacientes y familiares para romper estigmas y denunciar las deficiencias de los sistemas de salud.

Bajo el lema,  «Cuando la información salva vidas», el XX Congreso de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), ha reunido del 24 al 26 de octubre a más de 150 profesionales de la comunicación, del periodismo y de la divulgación en salud; con el objetivo de reflexionar y debatir sobre las novedades y desafíos en el campo de la salud y la ciencia, analizar el estado de situación del periodismo sanitario y proponer las mejoras necesarias para garantizar que la sociedad reciba la mejor información posible.

El congreso ha abordado cuestiones clave para la profesión desde un enfoque One Health, tales como el papel de la información en emergencias, la desinformación y los bulos, la salud mental y el rol del periodismo en la prevención del suicidio, el impacto de las decisiones políticas internacionales en la salud global o el propio impacto que tiene la salud en el medio ambiente.

En el marco de la primera de las sesiones, “Periodismo de emergencias: entre titulares, sensacionalismo e información”, el virólogo Antonio Alcamí presentó un estudio sobre la llegada de la gripe aviar H5N1 a la Antártida; en el que se expuso el potencial pandémico del virus y la necesidad urgente de financiación para continuar el monitoreo. El estudio es fruto de la labor de los investigadores en el continente, quienes se adentraron durante semanas en su interior subidos a un barco sin rompehielos y con laboratorios en cubierta.

Del mismo modo, el Dr. Pedro Arcos, epidemiólogo y profesor de la Universidad de Oviedo, profundizó en el cambio climático y la recurrencia de fenómenos extremos como inundaciones, incendios u olas de calor. Sin embargo, las conversaciones y los debates con Pedro Arcos y el resto de expertos participantes en el XX Congreso Nacional de ANIS no finalizaron en el turno de preguntas cada sesión, sino que continuaron fuera de la sala. Entre los pasillos, las pausas para el café o las siempre efervescentes cenas se compartieron las inquietudes y reflexiones sobre la utilidad de herramientas de inteligencia artificial presentadas en el congreso, tales como Perplexity (el mejor punto de partida para un novel en la materia), Luzia o Claude; capaces de complementar y potenciar el trabajo periodístico.

Los descansos entre sesiones permiten reconectar con compañeros de profesión y descubrir, en el intercambio de saludos, la relevancia y amplio conocimiento de los asistentes por el trabajo desarrollado por BERBĒS en sus más de 25 años de historia. Asimismo, los encuentros fuera del auditorio reunieron a los asistentes en mesas donde compartir un último canapé, pero también para conocer más a ponentes como Pedro Arcos; quien ha trabajado en el diseño, ejecución y evaluación de programas de cooperación internacional en Epidemiología y emergencias de Salud Publica en más de 18 países de África y medio mundo. Uno de ellos fue Gaza, donde el Dr. Arcos vio en primera persona los estragos del conflicto en los niños y la población civil; imágenes que, según narra, se enquistan en la memoria y ennegrecen el carácter días después de haber abandonado la zona.

Democracias en crisis

El análisis del impacto de las medidas del presidente de EE.UU., Donald Trump, en el periodismo independiente y la salud global fue otro de los temas clave que se abordaron en el XX Congreso Nacional de ANIS. El periodista y profesor Pedro Rodríguez, corresponsal en Estados Unidos y director de contenidos de Política Exterior, lamentó que la ciencia haya pasado a ser “enemigo político” en el discurso populista; en un contexto marcado por la crisis mundial de las democracias.

Las malas noticias no se limitaron a la política exterior, sino que también se reflejaron en la pérdida sostenida de interés de la sociedad por las noticias. Como informó Alfonso Vara, profesor e investigador de la Universidad de Navarra y coautor del Informe Reuters Digital News Report, preocupa el aumento de la evasión informativa y el auge de los denominados “ninis informativos”, personas que ni confían ni muestran interés por las noticias.

Ante los desafíos actuales y la lucha por recuperar la confianza del público, los informadores de la salud mostraron compartir una cualidad común: la pasión por su trabajo. Una pasión que expresaron Julia Bellido, Lucía Bescós y Xabier Cañibano, tres estudiantes de medicina de la Universidad de Zaragoza, cuando presentaron su pódcast de divulgación sanitaria, El Quinto Humor. Ante un público aletargado y  todavía con el recuerdo de la comida en la boca, dieron a conocer su proyecto, que busca explicar temas médicos como las claves de la microbiota o el ictus de una manera cercana y sencilla, ofreciendo la visión más humana posible del profesional sanitario.

Esta pasión del profesional de la comunicación en la lucha contra la desinformación, la saturación informativa y los bulos también se escenificó en los diferentes casos de éxito que compartieron los responsables de gabinetes de comunicación. Uno de ellos fue el director de comunicación del Consejo General de Enfermería (CGE), David Ruipérez, quien compartió el éxito de una de las mayores campañas de visibilidad de la profesión de enfermería. A través de un gran tráiler sanitario, “la Ruta Enfermera”, los enfermeros recorrieron ciudades de toda España para enseñar todos los ámbitos donde trabajan las enfermeras y dar educación para la salud a todos los que visitasen el vehículo. A veces, y quizá demasiado a menudo, los desafíos diarios de la profesión se logran a contrarreloj y sin más recursos que la propia voluntad por querer hacer un buen trabajo. En estos términos se expresó Marcos Ruiz Baños, director del programa Ágora de Aragón Radio, quien resultó ganador del premio de la Delegación ANIS Aragón. Ganar este galardón, como declaró Marcos Ruiz, representa “el reconocimiento a un trabajo arduo, difícil y muy pasional”. Pese a las dificultades y las condiciones de precariedad de los periodistas e investigadores, recordó que el papel de los informadores de la salud es más importante que nunca: “Tenemos que filtrar, contextualizar y ofrecer información fiable, sobre todo en el ámbito de la salud, que es fundamental para nuestras vidas”.

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