El asunto de los cribados y sus errores en Andalucía sigue dando que hablar esta semana y ya va para dos meses. Por un lado, sin salir de la comunidad andaluza, su presidente, Juanma Moreno, que para estas fechas quizá habría esperado estar en modo precampaña, parece dispuesto a hacer una limpieza en profundidad para cortar cuanto antes el daño que le pueda hacer políticamente lo ocurrido. Envió al nuevo consejero de Salud y Presidencia a reunirse con las afectadas, consiguió apaciguar un poco los ánimos y, no contento con ello, sigue la remodelación (o “escabechina”) en el Servicio Andaluz de Salud, que ya acumula cuatro ceses -el último, el de Manuel Molina, delegado territorial de Sanidad en Sevilla- y un nuevo decreto de estructura para reforzar la Consejería.
Fuera de las fronteras autonómicas, el asunto cribados ha escalado a nivel nacional, pero lleva camino de reconducirse, o así al menos lo intentan los menos beligerantes. La semana pasada la ministra de Sanidad amenazaba con requerir formalmente a las CC AA del PP los datos de sus pruebas, y estas con no volver al Interterritorial. Esta semana, las advertencias se han concretado, pero parece que no irán in crescendo: la ministra, efectivamente, ha requerido por carta, pero sin llevar más allá (de momento) las “acciones legales”. Las CC AA del PP, en respuesta, han reclamado un Interterritorial monográfico sobre cribados. Y García ha aceptado. La cita será el miércoles próximo. Así que, sí, habrá datos y todas las CC AA volverán a este foro.
¿Habrá cambio en Sanidad en la Comunidad Valenciana?
Más allá de la sanidad, la noticia política de la semana ha estado en la Comunidad Valenciana. Allí el presidente Carlos Mazón anunciaba el lunes su dimisión, un año y cinco días después de la Dana que acabó con la vida de 229 personas. No por esperada su renuncia trae menos incertidumbre. En primer lugar, Mazón sigue al frente del Govern de manera interina hasta que PP y Vox se pongan de acuerdo en un nuevo candidato. Y en la segunda parte vendrá lo que puede afectar al sector salud: habrá que ver si ese nuevo president o presidenta quiere hacer su propio equipo, lo cual es muy probable. Por tanto, no es descabellado pensar que el año acabará con alguna cara nueva más entre los consejeros de sanidad.



