Cada minuto, en algún lugar del mundo, una persona muere por el calor extremo. Así lo revela el último informe de Lancet Countdown, elaborado conjuntamente con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde la década de los noventa, la tasa de mortalidad relacionada con el calor ha aumentado un 23 %, alcanzando un promedio de más de medio millón de muertes al año. La exposición a olas de calor, las sequías, los incendios forestales y la contaminación del aire no solo afectan la salud, sino que también provocan inseguridad alimentaria y pérdidas económicas que se cuentan en billones de euros cada año.
En Europa, las olas de calor elevan la mortalidad por enfermedades cardíacas y respiratorias, especialmente entre los más vulnerables, y agravan el efecto de isla de calor urbano. Al mismo tiempo, el cambio climático está expandiendo enfermedades sensibles al clima como el dengue, la malaria o la fiebre del Nilo Occidental, alcanzando zonas donde antes no existían, mientras que el aumento de la temperatura del agua y del aire facilita la proliferación de patógenos y aumenta los riesgos de enfermedades transmitidas por el agua.
El informe subraya que la crisis climática no es solo un problema ambiental, sino una emergencia de salud pública. De ahí la importancia de que tanto las ciudades, en general, como el sector sanitario, en particular, sean los que lideren el cambio; adaptando infraestructuras, formando profesionales y reduciendo emisiones, etc., y demostrando así que los beneficios de actuar ahora pueden ser inmediatos.
Precisamente, estos días, se está celebrando la COP30, en Brasil, de la que se pueden extraer algunas conclusiones como que proteger la salud y el bienestar de las personas debe estar en el centro de todas las decisiones climáticas. Algunas de las conclusiones que se han extraído, por el momento, desde que comenzó la Conferencia son que la salud entra con fuerza en la agenda climática, existe un compromiso firme con la adaptación sanitaria y se ha hecho una llamada a la acción a los diferentes sistemas sanitarios.
En BERBĒS, estamos comprometidos con la salud medioambiental, humana y animal, siguiendo el enfoque One Health. Creemos que proteger el planeta, a las personas y a los animales es inseparable y nuestra labor en comunicación busca visibilizar estas conexiones para promover soluciones que cuiden de todos los seres vivos. Informar es también proteger vidas.



