Nos está tocando vivir una época apasionante, como profesionales del marketing y la comunicación en salud. La inclusión y adopción de nuevas tecnologías lleva implícita la necesidad de adaptarse continuamente a nuevos retos, para comunicar diferente, de manera más inteligente y con mayor creatividad. Así, en estos últimos años, hemos visto reforzarse nuevas estrategias de comunicación multicanal, pensadas para públicos de edades y orígenes diversos, distintos perfiles de clientes y una demanda cada vez más ávida de información personalizada, segmentada por audiencias, de fácil acceso y lindante con la inmediatez.
Tras la pandemia, la comunicación audiovisual, a través de los canales digitales y las redes sociales, se ha afianzado como herramienta poderosa y atractiva, y está revolucionado la forma en que nos relacionamos y accedemos a información sobre nuestra salud. Su accesibilidad, personalización y capacidad de educar y concienciar a la población, así como de responder de manera ágil en situaciones de emergencia y fomentar la colaboración entre profesionales, hacen de los contenidos audiovisuales online instrumentos de comunicación esenciales en este ámbito.
Gracias a la tecnología, hoy es posible llegar a personas de diferentes partes del mundo, en cualquier momento. Ya no es necesario esperar a que un especialista esté disponible físicamente, sino que se puede acceder a la información y a su opinión en tiempo real, a través de videoconferencias o consultas virtuales, mejorando el acceso a la atención médica, especialmente para los pacientes que habitan en áreas remotas o despobladas, o bien presentan limitaciones de movilidad.
Para parte de los nativos digitales, que suponen casi 8 millones según la estadística española, y representan más del 25% de la población mundial, este tipo de interacción, desde la comodidad de casa y a través de una cámara, permite incluso establecer una relación médico-paciente más estrecha, en la que se sienten más cómodos, escuchados y comprendidos.
Además, la comunicación audiovisual (vídeos informativos, webinars, testimonios y experiencias de pacientes a través de las redes, etc.), ofrece también la posibilidad de compartir información de calidad, educar y concienciar a la población. Los profesionales de la salud tienen a mano nuevas herramientas de fácil manejo con las que transmitir conocimientos acerca de enfermedades, tratamientos y hábitos saludables.
Una narrativa humanizada tiene el potencial de llegar más lejos y producir una respuesta más rotunda en las audiencias. Los vídeos en streaming conectan a organizaciones y pacientes, y ayudan a descodificar los mensajes. Esto no solo ayuda a empoderar a las personas en el cuidado de su salud, sino que también contribuye a prevenir enfermedades y promover estilos de vida saludables.
Al mismo tiempo, la comunicación en video, a través de los canales digitales, contribuye a fomentar la colaboración y el intercambio de conocimientos entre profesionales. Mediante grupos de discusión, congresos virtuales y plataformas de colaboración en línea, es posible compartir información, experiencias y mejores prácticas que beneficien a toda la comunidad médica y mejoren la calidad de la atención que se brinda.
Para más del 40% de los encuestados en el último estudio de Comunicación de DirCom, la innovación está vinculada principalmente a los canales y formatos de comunicación, y aún no se concibe de manera más amplia. Lo cierto es que, desde las agencias de comunicación, debemos asumir el reto que se nos brinda con el auge de lo audiovisual, las nuevas tecnologías y nuevos formatos, para adaptarnos a las necesidades de nuestros clientes, y ofrecerles la posibilidad de dirigirse a sus audiencias desde enfoques diferentes y complementarios, que aúnen veracidad y ética con esas nuevas formas de comunicar, más visuales, creativas, flexibles, directas y cercanas. En BERBĒS sabemos que la comunicación es necesaria para promover la salud y mejorar la calidad de vida de las personas, y la tecnología nos brinda cada vez más oportunidades para conseguirlo.