Hoy se conmemora el Día Mundial del VIH, un día para analizar los avances logrados en los últimos años y, sobre todo, para conocer los retos a los que se enfrenta nuestra sociedad para garantizar la prevención y la equidad en el acceso a tratamientos para el VIH.
La evolución de los diagnósticos de este virus en nuestro país tiene una tendencia a la baja en los últimos años: en el año 2023 se notificaron 3.196 nuevos casos, lo que representa una tasa estimada de 7,38 por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, el diagnóstico tardío todavía supone un reto de cara a los próximos años, debido a que casi la mitad de los nuevos casos se detectan en etapas avanzadas[1]. Este retraso en la detección, además, se acentúa con la edad (la detección tardía en menores de 25 años es del 33,4%, mientras que en las personas mayores de 50 años este porcentaje aumenta hasta el 61,5%).
A nivel europeo existen múltiples informes que señalan que, pese a los progresos terapéuticos, Europa registra todavía altos porcentajes de diagnóstico tardío en VIH y, en varios países a nivel europeo, incluso se ha producido un aumento de muertes relacionadas con el sida respecto a hace 15 años[2]. Esto pone en evidencia que el control del VIH en Europa requiere no solo innovación biomédica sino también un refuerzo de políticas sociales, prevención y una respuesta que aborde las desigualdades de acceso y los estigmas que existen con respecto a este virus.
A pesar de los datos anteriores, los avances científicos en los últimos años han mostrado pasos prometedores que podrían transformar estrategias de prevención y tratamiento para los pacientes. Entre ellos destaca un ensayo preclínico que ha usado nanopartículas lipídicas con ARNm para “despertar” células latentes infectadas por el VIH, así como un dato prometedor y es que un equipo del Laboratorio de Investigación en VIH y Hepatitis Víricas del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD) y del Hospital público Universitario Rey Juan Carlos ha descrito el tercer caso de cura funcional del VIH en una paciente que no recibe tratamiento antirretroviral, tras más de 20 años conviviendo con el virus.
En este Día Mundial del VIH, desde BERBĒS queremos abogar para que el VIH esté controlado y las transmisiones sigan descendiendo. Para que esto sea posible, es fundamental un trabajo colaborativo por parte de todos los agentes para conseguir que todas las personas tengan acceso a los tratamientos y los diagnósticos se puedan hacer de forma temprana. Creemos que la información es la base del conocimiento y, por ello, reafirmamos nuestro compromiso con la divulgación rigurosa, la comunicación en salud y el apoyo a iniciativas que mejoren la calidad de vida de los pacientes.



