En la era digital actual, las redes sociales se han convertido en una fuente principal de información para muchas personas. Según el Instituto Nacional de Estadística, el 94,5% de la población de 16 a 74 años ha usado Internet en los últimos tres meses. Pero, ¿qué papel juegan las redes sociales en la difusión de información sobre salud y cómo podemos garantizar su precisión?
Las redes sociales como fuente de información sobre salud
Las redes sociales son una herramienta accesible y rápida para compartir y recibir información. En España, el 83,6% de la población utiliza las redes sociales, y un estudio reveló que el 30% de los adultos son propensos a compartir información sobre su salud en plataformas3 como Facebook, Twitter, Instagram y TikTok.
Algunos de los beneficios de las redes sociales en la difusión de información de salud:
- Accesibilidad y alcance: Permiten a los profesionales de la salud, organizaciones y pacientes compartir información de manera rápida y amplia. Esto es especialmente útil en situaciones de emergencia sanitaria, como pandemias o brotes de enfermedades, donde la información rápida puede salvar vidas.
- Educación y concienciación: Facilitan la difusión de campañas de salud pública, ayudando a educar a la población sobre prevención de enfermedades, hábitos saludables y tratamientos disponibles. Estas campañas pueden llegar a audiencias que de otro modo no serían accesibles a través de medios tradicionales.
- Apoyo comunitario: Grupos de apoyo en redes sociales que permiten a los pacientes obtener información, ofrecer y recibir apoyo emocional, y compartir experiencias sobre su situación con otros que se encuentran situaciones similares.
Sin embargo, la información sobre salud que se difunde en estas redes puede variar en términos de precisión y fiabilidad.
El desafío de la precisión de la información
La difusión de información incorrecta o engañosa sobre salud puede tener consecuencias graves. Por lo tanto, es crucial un control riguroso sobre la veracidad de la información publicada en redes sociales. Aquí es donde entran en juego los profesionales del sector y las organizaciones de salud, que pueden desempeñar un papel vital en la verificación y difusión de información precisa.
Estrategias para garantizar la precisión de la información
- Verificación de hechos: Antes de compartir información sobre salud, es importante verificar los hechos. Esto puede implicar la consulta de diferentes fuentes confiables y la revisión de estudios científicos relevantes. Algunas de las fuentes oficiales por las que se puede optar pueden ser: la Organización Mundial de la Salud (OMS), Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)…
- Colaboración con expertos en salud: Es recomendable verificar la información encontrada en redes sociales con un profesional para garantizar que la información compartida sea precisa y esté actualizada
- Herramientas de fact-checking: Sitios web de verificación de hechos, como Maldita.es, Newtral, Eldiario.es – Verifica, FactCheck.org, Snopes… pueden ayudar a identificar información falsa o engañosa.
- Educación del público: Promover la alfabetización digital entre los usuarios para que puedan evaluar la veracidad de la información sobre salud que encuentran en las redes sociales. Entre otros, enseñar a identificar signos de información falsa, como títulos sensacionalistas y la falta de referencias a estudios científicos.
En conclusión, las redes sociales desempeñan un papel importante en la difusión de información sobre salud. Sin embargo, es crucial garantizar la precisión de esta información para proteger la salud y el bienestar de la sociedad. Al adoptar un enfoque crítico basado en la evidencia y colaborar con profesionales de, podremos aprovechar al máximo el potencial de las redes sociales para mejorar la salud pública y el bienestar individual.
En BERBĒS, estamos comprometidos con la difusión de información precisa y confiable en el ámbito de la salud. ¡Trabajamos juntos para construir un futuro más saludable y bien informado!