El 6 de octubre se celebra el Día Internacional de la Geodiversidad, proclamado por la UNESCO para poner en valor la riqueza geológica del planeta. Puede parecer un concepto ajeno al ámbito de la salud, pero la realidad es que la geodiversidad y el bienestar humano están más conectados de lo que creemos. Suelos, rocas, minerales y formaciones naturales influyen directamente en la calidad del agua que bebemos, los alimentos que producimos y la exposición a determinados riesgos ambientales.
Cuando la geología impacta en la salud
Existe una disciplina que estudia de forma directa este vínculo: la geología médica. Su objetivo es analizar cómo los factores geológicos influyen en la aparición de enfermedades.
En muchos lugares del mundo, la composición del subsuelo condiciona la salud de la población. El ejemplo más conocido es el de la presencia natural de arsénico o flúor en el agua subterránea, que puede derivar en problemas crónicos si no se gestiona correctamente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce los efectos de estos contaminantes naturales y advierte sobre la necesidad de su control.
El terreno también incide en la calidad del aire y en la propagación de contaminantes. La erosión del suelo, la desertificación o la pérdida de vegetación favorecen que partículas en suspensión afecten al sistema respiratorio, especialmente en personas vulnerables como mayores, niños o pacientes con enfermedades crónicas.
Geodiversidad y salud ambiental
Hablar de salud hoy implica adoptar un enfoque integral. La Organización Mundial de la Salud recuerda que el entorno físico, químico y biológico en el que vivimos tiene un impacto directo en nuestro bienestar. Y la geodiversidad es un pilar de esa salud ambiental: la composición del suelo y de las aguas determina no solo su calidad, sino también la capacidad del medio para protegernos frente a riesgos.
Un suelo sano actúa como filtro natural, reteniendo contaminantes y evitando que lleguen al agua o a los alimentos. Cuando esta función se pierde, se incrementa la exposición a sustancias nocivas con efectos potenciales sobre la salud. Esta visión se enmarca en el enfoque One Health, que reconoce la interdependencia entre la salud humana, animal y ambiental: degradar el entorno geológico repercute inevitablemente en nuestra salud colectiva.
En BERBĒS creemos que la salud debe abordarse de forma integral, teniendo en cuenta todos los factores que influyen en ella, desde los avances médicos hasta el cuidado del entorno en el que vivimos. Como agencia especializada en comunicación en salud, impulsamos el conocimiento sobre el concepto One Health y trabajamos para que el conocimiento científico, la prevención y la innovación lleguen a la sociedad de manera clara y cercana.