Skip to main content

Llegó el día: hoy los médicos de toda España están llamados a la huelga. Los paros han sido convocados por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz, pero se le han sumado los médicos catalanes, por primera vez desde que se iniciaron las protestas frente al Estatuto Marco. También los de otras Comunidades Autónomas. Y, quizá lo más relevante, la Organización Médica Colegial, la máxima representación colegial de los facultativos de todas las CC AA, ha apoyado de forma pública la convocatoria. Estos paros siguen a las protestas de los sindicatos sanitarios -con todas las profesiones, no sólo los médicos- de esta misma semana frente al Ministerio de Sanidad. No es del todo justo, como pensará Mónica García cuando vea las concentraciones desde la ventana de su despacho, que la ira de todo el personal de los hospitales descargue en la ministra, pues han sido las incorporaciones de las Comunidades Autónomas en el borrador del Estatuto Marco lo que ha terminado de soliviantar a los sindicatos. Reclaman, como es sabido, retribuciones justas, reclasificación y actualización de funciones, jornada de 35 horas, derecho a jubilación anticipada y jornadas reguladas. Y las CC AA, al final son las que pagan los salarios.

Sin embargo, la gestión de García ha hecho que le acusen de querer “cerrar en falso” la negociación. Y ahora tiene que lidiar con el descontento de los profesionales en toda España. Mientras piensa qué pasos dar, esta semana, como la pasada, se ha refugiado en cuestiones de salud pública para evitar el lío de los recursos humanos (todo un clásico entre los ministros del ramo, por cierto). Si hace unos días prometía preservativos gratis, esta semana propone dedicar un día a la concienciación sobre enfermedades de transmisión sexual y anuncia una web sobre interrupciones del embarazo, lo que le lleva a su terreno favorito: la confrontación con la Comunidad de Madrid.

Pendientes de la Ley de los medicamentos

El mes de octubre ha llegado y el verano es casi un recuerdo lejano. Así que no, no ha podido ser: la Ley de los Medicamentos no ha podido iniciar su tramitación “a la vuelta del verano”, como decía el director general de Farmacia hace unos meses. El propio César Hernández se ha encargado de explicarlo en el Observatorio de la Sanidad en el que El Español ha reunido a todo el sector esta semana: han recibido tantas alegaciones -9.000 filas de Excel- que no les ha dado tiempo a revisarlas todas para valorar su incorporación. Sin embargo, más allá del volumen de trabajo, a nadie se le escapa que no será sencillo tramitar un anteproyecto en el que confluyen intereses de industria, profesionales, y la sostenibilidad del sistema, con un equilibrio parlamentario como el actual. De momento, se espera al nuevo texto, que tendrá que pasar aún por el Consejo de Ministros en segunda vuelta.

Deja una respuesta

Ir al contenido