El consumo constante de información y de entretenimiento a través de las pantallas forma parte de nuestro día a día. Sin embargo, un uso excesivo de los dispositivos electrónicos puede tener un precio en nuestra salud ocular, entre ellos, el desarrollo de miopía, un defecto refractivo considerado por los expertos como la “epidemia del siglo XXI”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que entre un 40% y un 52% de la población mundial será miope en 2050.
Afortunadamente, la investigación avanza y cada vez surgen nuevas herramientas capaces de corregir este defecto refractivo u otros problemas relativos a la salud ocular, como el colirio desarrollado por la farmacéutica LENZ Therapeutics y recientemente aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para el tratamiento de la presbicia en adultos. Asimismo, en un estudio reciente, investigadores de la Universidad Kwansei Gakuin, en Japón, han desarrollado un juego de realidad virtual que busca mejorar la vista de los jugadores.
La mecánica del juego se basa en el entrenamiento ocular. El jugador ve tres pistas con dianas redondas, cada una de ellas sobre un palo. Al pulsar un botón del mando, se activa un láser virtual, y cuando se apunta al carril, se activa el modo de puntería. En el centro de cada diana hay un símbolo en forma de anillo Landolt C, un anillo negro con un hueco, que se utiliza tradicionalmente en Japón para probar la vista. Para acertar con precisión, el jugador debe mover el joystick en la dirección indicada por el hueco. Aunque se necesita más investigación, este juego podría ayudar a las personas con miopía simple a mejorar su visión.
Más allá de problemas en la refracción y, como consecuencia del envejecimiento, existen otras patologías oculares que pueden alterar la visión y causar ceguera, entre ellas, la degeneración macular. Esta condición se caracteriza por el daño progresivo de la mácula que lleva a una pérdida de la visión central. Con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes con esta patología, la empresa neoyorquina Soliddd Corp ha creado unas gafas que emplean una tecnología que replica los ojos compuestos de los insectos.
Estas lentes “SolidddVision” cuentan con cámaras frontales en los dos lados de las gafas que capturan lo que tienen delante y envían las imágenes a pantallas internas colocadas sobre una matriz de microlentes. Estas matrices son similares a las cuadrículas que se observan en los ojos de los insectos. De esta forma, la lente compuesta por microlentes proyectan más de 100 vistas distintas hacia la retina. Las imágenes llegan a los nervios ópticos y el cerebro es capaz de fusionar todas ellas en una sola imagen tridimensional extremadamente nítida.
Un estudio clínico realizado por Lighthouse Guild, un centro médico que ofrece servicios oftalmológicos a personas con discapacidad visual para ayudarles a vivir mejor, apunta a que el invento realmente funciona. Según explican, todos los participantes en el uso de prototipos de estas nuevas lentes mejoraron su velocidad de lectura al usarlas en al menos un 50%.
BERBĒS, como agencia líder en comunicación especializada en salud, es consciente de los riesgos laborales asociados al uso prolongado de las pantallas durante la jornada laboral, por lo que siempre recomienda realizar pausas para descansar la vista, además de cuidar otros factores relacionados, como mantener una iluminación adecuada en el entorno de trabajo.