Pedro Sánchez ha asegurado esta semana que estas Navidades serán “mejores que las anteriores” gracias a la vacunación, un anuncio bastante prudente, si se tiene en cuenta que el año pasado la Navidad coincidió con el inicio de una de las peores olas de la pandemia. Sea deseo o previsión realista, el Gobierno parece convencido de que hace falta más que nunca alejarse del pesimismo, el conflicto y la polémicca y llevar las “buenas noticias” también al ámbito sanitario.
Carolina Darias, hada madrina
De este modo, en los últimos días la ministra de Sanidad ha iniciado una especie de “gira”, con decisiones, anuncios o escenificaciones que no se veían desde alguna remota campaña electoral. Empezó convocando a los medios a la firma de una orden ministerial para otorgar derecho a la reproducción asistida a mujeres sin pareja, homosexuales o personas trans “con capacidad de gestar”. Siguió como protagonista del último Consejo de Ministros, donde se aprobó el Anteproyecto de Ley de Medidas para la Equidad, Universalidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud (SNS), un texto del que el Gobierno quiere hacer bandera, pues pretende garantizar el derecho a la asistencia sanitaria a todo el que pise suelo español, aunque de momento ha acaparado más titulares a cuenta de la última disputa entre los socios de gobierno por los términos en que se alude a la gestión pública y privada.
Pero no acaba aquí la carrera del hada madrina Darias. El martes el Ministerio anunciaba la financiación de uno de los medicamentos más costosos para el SNS, el último tratamiento para la fibrosis quística (aunque la industria se sigue quejando de que la mitad de los fármacos aprobados en la UE aún no llegan a España), y el miércoles celebró un Interterritorial en el que repartieron fondos para digitalización, se anunció publicidad institucional para informar sobre el Código Europeo contra el Cáncer y se ensalzó, una vez más, el valor de las vacunas.
Y todo esto, a la vez que el estudio “What worries the world”, de Ipsos, revelaba que la pandemia ha dejado de ser la primera preocupación global por primera vez y que ha bajado 10 puntos en España.
Malos augurios de la OMS
Todo parecería encauzado, si no fuera porque, una vez más, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha venido a ponernos los pies en la tierra. El director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge, ha alertado de que el continente podría sumar 500.000 muertos más por SARS-CoV-2 hasta febrero de 2022 si la tendencia creciente de la pandemia se mantiene. Un temor que llega, además, cuando el INE ha hecho públicos sus datos de mortalidad: en 2020 fallecieron en España 493.776 personas, 75.073 más que en el año anterior, y disminuyó la esperanza de vida. Eso, y que la incidencia acumulada lleva varios días en ascenso y el temor a una sexta ola se mantiene. En definitiva, hay ganas de buenas noticias, pero aún no se puede olvidar del todo la pandemia.
