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Los noctámbulos tienen hasta un 40% más de probabilidades de sufrir problemas de salud  

By octubre 14, 2024No Comments

Acostarse tarde incrementa hasta un 40% las posibilidades de padecer ansiedad o depresión. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio realizado recientemente por la revista Stanford Medicine en el que se ha analizado la tendencia natural de cada persona a experimentar momentos de mayor o menor energía a lo largo del día.  

En este sentido, la publicación incide en los beneficios de un horario diurno, por lo que anima a establecer rutinas por la mañana y exponerse a la luz solar, ya que contribuye a modificar los patrones de sueño. Sin embargo, los investigadores apuntan que cambiar el cronotipo, nuestra predisposición natural a tener más energía y estar más activos en ciertos momentos, es complicado. Por ello, especifican que el proceso de readaptación es un ‘desafío considerable’. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona adulta debe dormir alrededor de siete u ocho horas diarias, pero lo más importante es la calidad del sueño. Para ello, es fundamental acostarse y levantarse siempre aproximadamente a la misma hora, según la Sociedad Española del Sueño (SEN). Asimismo, los especialistas destacan que dormir mal provoca un mayor riesgo de sufrir cáncer, enfermedades cardiometabólicas y de fallecer de forma prematura. 

En la actualidad, el problema del sueño también se ha visto agudizado en los más pequeños por la exposición a las pantallas.  En concreto, la SEN estima que un 25% de la población infantil no tiene una buena calidad de sueño. Asimismo, el estudio ganador del concurso de becas de investigación, impulsado por la Fundación del Sueño Mónica Duart y la Fundación Valenciana de Pediatría de la Comunidad Valenciana (FUNVAPED), pone de manifiesto que por cada hora que los jóvenes están frente a un dispositivo aumenta por tres la probabilidad de sufrir obesidad y la posibilidad de tener problemas con el sueño también es 1,6 veces mayor. 

Además, la publicación evidencia que los niños que han pasado alrededor de tres horas al día expuestos a pantallas tienen obesidad frente los niños con un peso reducido, que han estado dos horas. En cuanto al sueño, el 40% de niños con problemas de peso presenta trastornos crónicos frente a solo el 8% con peso normal.  

En definitiva, los profesionales instan a concienciar sobre la importancia de limitar el tiempo de exposición a las pantallas, ya que este tipo de adicciones afectan a la alimentación y el descanso, lo que supone un problema mayor en la infancia donde el desarrollo del sistema nervioso depende en gran parte de las horas de descanso y afecta también en su desarrollo cognitivo, conducta y rendimiento escolar.  

Por ello, en BERBĒS nos preocupamos siempre por trasladar a nuestro equipo hábitos de vida saludables que contribuyan a su bienestar físico y emocional por su gran importancia.  

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