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Una semana después de la dimisión / cese de la exconsejera de Salud de Andalucía, Rocío Hernández, el presidente andaluz, Juanma Moreno, sorprendía (o no) el miércoles con un nuevo movimiento en torno a esta cartera. El consejero de Presidencia, Antonio Sanz, que en principio asumió las competencias sanitarias de manera provisional, se ha convertido en responsable definitivo del área, al menos, hasta el final de la Legislatura, previsto para mediados de 2026. Sanz había pedido “no correr” para escoger a un sucesor y, al final, se ha visto convertido en flamante consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias de Andalucía. El argumento del presidente autonómico, en medio de la crisis de los cribados de cáncer de mama, es la sanidad es una “prioridad absoluta” y por ello le entrega la competencia a su persona de confianza y hombre fuerte del Ejecutivo regional. Sin duda, es también una maniobra para evitar “quemar” a un nuevo responsable, cuando el problema aún no se ha cerrado. Sin embargo, la jugada tiene sentido y no es descartable que sea imitada en el futuro. La Sanidad es la competencia más importante de las CC AA, se lleva en torno a un 40% de los presupuestos de cada región y las consejerías del ramo son bastiones de los presidentes regionales. Quizá por ello, son ya numerosos los consejeros de Sanidad que luego han llegado mucho más lejos en política. El recientemente fallecido Guillermo Fernández Vara pasó de la consejería a la presidencia autonómica. También presidentes actuales, como la cántabra María José Sáenz de Buruaga, se han bregado antes en esta responsabilidad. Incluso la número dos del Gobierno de España, la vicepresidenta primera María Jesús Montero, creció en política desde una consejería de Sanidad, en este caso, también de Andalucía. Próximamente se verá si Antonio Sanz sigue estos pasos.

La sospecha sobre los cribados se extiende

Con la Sanidad todavía recuperándose del terremoto político en Andalucía, los consejeros del ramo de las demás CC AA miran de reojo lo que allí ha sucedido con los cribados de cáncer de mama. Como se ha publicado esta semana, la opacidad en cuanto a la espera media para acceder a estas pruebas no es exclusiva de una autonomía, sino que son distintas, y de distinto signo político, las que no publican listas de espera. Mientras, algunos profesionales entonan el “ya lo decía yo”. El presidente de los radiólogos, especialidad imprescindible para llevar a cabo pruebas como las mamografías, ha asegurado que en España hay un 20% menos de especialistas que en Europa. El presidente andaluz, Juanma Moreno, mientras tanto, anuncia refuerzos en los cribados de cáncer de colon y de cérvix, y asegura que se está llamando una por una a las mujeres que sufrieron errores en la prevención del cáncer de mama. Todo a la espera de que amaine el temporal.

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