La política sanitaria, a muy grandes rasgos, está marcada por una pandemia al siglo y problemas que se repiten cada año o cada década. Esta semana así se ha puesto de manifiesto. Los problemas cíclicos los hemos podido leer y recordar en el especial publicado por el aniversario de uno de los grandes medios sanitarios en España, Diario Médico. En el recorrido por sus 30 años de historia, además de alertas sanitarias diversas, se han repetido crisis como la de la Atención Primaria, conflictos profesionales y leyes de salud pública que han intentado conjugar salud con libertad individual. Un poco de lo mismo que hoy tenemos en el sector.
Humo en el Día Mundial sin Tabaco
El pasado martes se celebró el Día Mundial Sin Tabaco, una efeméride en la que el Gobierno no mostró especial entusiasmo, quizá porque no queda claro que su modificación de la ley antitabaco vaya a salir adelante en esta Legislatura. Se trata de la norma que prohibiría fumar en los vehículos particulares cuando viajen menores, o en las terrazas. Las causas del retraso no están claras. Sanidad las atribuye a “temas administrativos”. A lo que no se pueden achacar es a la oposición ciudadana, como quedó de manifiesto en el resultado de la pregunta IMOP BERBĒS publicada esta semana: la mayoría de los españoles aprueba estas restricciones.
Saturación de urgencias: en busca de culpables
Una de las polémicas de la semana ha estado en las salas de urgencias. De acuerdo con lo observado por muchos profesionales y publicado en algunos medios, en las últimas semanas se ha producido una saturación que no se corresponde con los ingresos. Esto se interpreta como que muchos ciudadanos han acudido por patologías banales. ¿De quién es la culpa? Algunos están tentados de “culpar” a los pacientes, una técnica que no ha dado muy buen resultado durante la pandemia ni, en general, parece muy recomendable. Otras voces alertan de que es la primera consecuencia directa de la falta de recursos en Atención Primaria: si el médico de familia es inaccesible, los ciudadanos acuden a urgencias. Desde luego, no es una buena señal.