La Organización Mundial de la Salud ha afirmado esta semana que entramos en la “meseta de la pandemia”, una especie de etapa en llano, pero no por eso menos compleja, porque la línea recta se traza sobre una incidencia demasiado alta, aunque desigual en los distintos países del mundo. Tal y como señaló su epidemióloga jefe, Maria Van Kerkhove, la variante delta y el desigual éxito de los programas de vacunación marcarán el futuro inmediato. Mientras, en España esa situación de relativa calma (a la espera de una posible sexta ola) se aprovecha para planificar los próximos meses y también para intentar sacar las primeras conclusiones de lo vivido.
Lecciones de la crisis para industria y Gobierno
En esta última misión, la de sacar conclusiones, ha colaborado esta semana el representante de uno de los sectores más afectados e implicados para buscar una salida a la pandemia. El presidente de Farmaindustria, Juan López Belmonte, compareció este martes en la Comisión de Ciencia e Innovación del Congreso, junto con el presidente de la Conferencia de Rectores, el del Foro de Empresas Innovadoras y el científico del CIEMAT Rafael Mayo. Aunque se trataba de valorar la modificación de la Ley de Ciencia, la pandemia estuvo muy presente en la sesión. López Belmonte aseguró que una de las “lecciones” de los últimos meses es la de la importancia de tender puentes entre lo público y lo privado, y que en esta colaboración se base el desarrollo de nuevos fármacos. Sobre las terapias innovadoras, además, aseguró que hace falta una ley para acelerar su acceso a los pacientes. También se ha constatado que España tiene un importante potencial investigador, por lo que las administraciones deberían apostar por la investigación biomédica. Ésta es, al fin y al cabo, la única que puede ofrecer soluciones a crisis como la que vivimos.
Perfil más bajo para el Interterritorial
Mientras, el Gobierno continúa con su estrategia de rebajar la atención hacia todo lo que huela a pandemia. Ha sido sonada la desaparición de Fernando Simón de la televisión, entre rumores de un posible nombramiento para un órgano que aún no ha sido creado, el Centro Estatal de Salud Pública y Calidad. Se trata de una posibilidad verosímil, porque con ese nombre, y a la vista de lo que ha crecido la estructura del Ministerio de Sanidad en la última Legislatura, se podría pensar que consistirá en dotar de un rango institucional mayor a la actual dirección general del mismo nombre, a la que pertenecen Simón y su CCAES. Si se produce, no será inmediato, pero sí lo ha sido la cancelación de las ruedas de prensa de los lunes. El Consejo Interterritorial semanal se mantiene, pero con un perfil mediático cada vez más bajo. Aunque la atención a medios se realiza desde Moncloa, sobre todo por motivos técnicos, ya no es noticia destacada en la web de Presidencia del Gobierno, ni se difunde necesariamente una nota de prensa. En el último, la discusión ha sido sobre la tercera dosis de la vacuna de la Covid-19 para inmunodeprimidos, una decisión que Sanidad ya anunció un día antes.
