Los ciberataques en el sector salud han aumentado exponencialmente desde el estallido de la pandemia COVID-19. Según un reciente reportaje publicado en El Economista con el título “Los hospitales sufren un robo de datos con 250 ciberataques”, los centros sanitarios suman el 41% de las acciones de los piratas informáticos, dato del que se extrae una preocupante conclusión: el sector salud se ha convertido en una diana perfecta para hackers.
Si bien es cierto que no es un problema nuevo, la preocupación crece entre los destinados a acabar con estos ataques. Tanto la Interpol como el CNI advirtieron durante los peores momentos de la pandemia de que se había producido un incremento de ataques a instituciones médicas a cambio de rescates económicos ‘aprovechando’ la especial sensibilidad de los datos clínicos.
En #TendenciasconSilviaLeal Silvia Leal analiza los daños provocados por un problema de este tipo y asegura que la ciberseguridad se ha convertido en un “asunto de estado” desde la llegada del COVID-19 y, por consecuencia, la extensión del teletrabajo y que con el 5G crecerá aún más.
El hecho de que la atención se haya focalizado en temas más urgentes sobre gestión sanitaria ha dejado abierta una nueva vía para los piratas informáticos que han sabido reinventarse para acceder a una oleada de datos clínicos sin la debida protección. Esto y la necesidad de herramientas digitales para manejar la difícil situación se han convertido en un caldo de cultivo para la acción de hackers, que en estos momentos se están frotando las manos.
La necesidad de encontrar fórmulas eficaces para acabar con estos ciberataques se hace urgente, pero parece que la solución no es sencilla y, por desgracia, tampoco barata: expertos aseguran que acabar con este problema supone una inversión millonaria en software y en profesionales especializados.
Sin embargo, esta inversión debería integrarse dentro del presupuesto si la apuesta por acabar con la obsolescencia de los hospitales es la actualización del parque tecnológico. Si no es así, España contará con hospitales y centros sanitarios de última generación con millones de datos abiertos a ser ‘hackeados’ en los próximos años.