Cómo si de ciencia ficción se tratara, utilizamos las herramientas de la tecnología digital tales como Google Drive, ICloud, teléfonos inteligentes o tablets, tanto en el trabajo como en nuestra vida diaria y esto, además de crear una nueva forma de comunicación, ha supuesto una revolución en la forma en la que trabajamos.
Nuevas tecnologías en el ámbito laboral
Si nos centramos en el ámbito laboral, las nuevas tecnologías traen consigo numerosas ventajas, algunos riesgos y ciertas características que funcionan tanto en un sentido, como en el otro. Citando a José María Álvarez-Pallete (presidente de Telefónica, S.A): “La revolución tecnológica nos trae enormes oportunidades y grandes desafíos. (…) El principal desafío en el ámbito de la conectividad es la intensidad con la que podemos estar conectados veinticuatro horas al día».
Es innegable que la mejora de la comunicación, las herramientas, la accesibilidad y la facilidad para gestionar y almacenar grandes cantidades de información, constituye un avance exponencial para la empresa, lo que parecía impensable hace algunos años.
Sin embargo, resulta muy complicado dejar de pensar en el trabajo, lo llevamos a todas partes y a todas horas. Y esto trae consigo una serie de consecuencias tanto físicas como psicológicas para los profesionales que, al final, no repercuten en el beneficio de las empresas ni en el ellos.
Concepto de desconexión digital
A resultas de esto, además de otras circunstancias, nace el concepto de desconexión digital, o lo que es lo mismo, el derecho que los profesionales tienen a la limitación del uso de la comunicación digital, a fin de garantizar, fuera del tiempo de la jornada laboral estipulada o convencionalmente establecido, el respeto de su tiempo libre, de descanso y/o vacaciones, así como de su intimidad personal y familiar.
Por primera vez en España, este derecho a la desconexión digital viene amparado expresamente en el artículo 88 de la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales. (L.O.P.D.G.D.D).
Efectos de la desconexión digital
El hecho de que las empresas deban garantizar la desconexión digital a sus empleados supone numerosos beneficios, según exponen expertos en la materia:
Para las personas, entre los efectos positivos de esta medida están: la conciliación de la vida laboral y personal; el disfrute de un mayor descanso y desconexión, reduciendo los niveles de ansiedad y estrés, así como la mejora en la calidad del sueño y el descanso.
Lo cual repercute en la salud y el bienestar de las personas previniendo enfermedades mentales y psicológicas, daños en el sistema nervioso, problemas oculares o auditivos, obesidad, dolencias musculares u óseas… Por ello, el profesional aumenta su felicidad y motivación lo que supone a su vez un beneficio para todos.
Existen otros resultados positivos que los departamentos de RR.HH están teniendo cada vez más en cuenta como son el aumento de la productividad, con profesionales más descansados y creativos; la retención del talento, transmitiendo una imagen de marca que vela por sus empleados y la implicación con los valores de la empresa teniendo una mayor motivación en el desarrollo profesional.