Riiing, riiing. Suena el despertador. Lo apagamos y dormimos cinco minutos más. A la mayoría nos ocurre esto cada mañana, pero lo notaremos con mayor intensidad a partir del domingo 26 de marzo, puesto que en la madrugada del próximo sábado al domingo se produce el cambio horario de verano de 2023. Lo que significa que dormiremos y descansaremos una hora menos.
¿Cómo afecta esto a nuestra salud?
Dormir adecuadamente las horas necesarias y mantener un ritmo regular del ciclo sueño‐vigilia es uno de los pilares fundamentales de la salud.
Según la Sociedad Española de Sueño (SES): Un sueño insuficiente, desorganizado y de mala calidad, favorece la aparición de enfermedades tales como el cáncer, el Alzheimer, la hipertensión arterial, la obesidad, la diabetes, el infarto de corazón, el ictus, la depresión y la ansiedad.
Las horas de exposición solar cambian a lo largo del día y es de vital importancia cuándo amanece y cuándo anochece, debido a que en nuestro cerebro existe un reloj interno que controla nuestro sueño y está sujeto principalmente a variaciones de temperatura y de luz. Este reloj tarda varios días en reajustarse, por lo cual, en los primeros días de adaptación es frecuente que las personas refieran irritabilidad, falta de concentración, bajo rendimiento laboral e insomnio.
Este tema tiene relación directa con los ritmos circadianos que son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas. La cronomedicina es una de las próximas áreas más significativas en el campo de la biología circadiana y ya se están publicando artículos que podemos leer en la National Library of Medicine.
Desde BERBĒS os animamos a ayudar a vuestro cuerpo a acostumbrase al horario de verano:
- En las noches previas al cambio de hora intenta acostarte 15 o 20 minutos antes de lo normal.
- En cuanto te levantes procura salir al aire libre. La luz de la mañana envía al cerebro una fuerte señal para que te despiertes y ayuda a ajustar tu reloj interno.
- Reduce el consumo de café después de las 2 p.m. y antes de acostarte no abuses del alcohol, disminuye el uso de dispositivos electrónicos y adopta una rutina que te tranquilice por las noches.