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BĒ Inspiración

El saludo post COVID-19, reinventarse o morir

By junio 17, 2020No Comments

La «nueva normalidad»

La pandemia mundial provocada por el virus SARS-CoV-2 ha cambiado para siempre nuestra forma de relacionarnos. Tras un duro confinamiento, que ha paralizado la economía y movilidad de la mayor parte de la población mundial, los españoles afrontan ahora la denominada ‘nueva normalidad’ con una duda existencial: ‘¿Y ahora cómo saludo?

Los primeros encuentros entre familiares y conocidos empiezan a asomar de forma tímida y, a pesar de las recomendaciones de las autoridades sanitarias (que piden mantener la distancia mínima de seguridad de metro y medio), la mayoría de nosotros duda sobre qué hacer a modo de saludo.

Y no es para menos:

Independientemente de la cultura y las distintas formas de saludo, este ha estado presente desde tiempos inmemoriales entre nosotros. El gesto de apretón de manos ya existía en la Antigua Grecia y Roma como demuestran algunas pinturas con dioses que cerraban tratos de esta forma. Y es que, según la teoría más extendida, el apretón de manos nació como forma de demostrar que ninguno sostenía un arma al agitando el brazo para arriba y para abajo.

En la actualidad, este gesto quizá ha perdido su esencia, pero no del todo. Existen numerosos expertos en Psicología que han interpretado las distintas formas de apretón (más o menos fuerte, con inclinación o sin ella, con una determinada duración) como forma de analizar la personalidad y la relación entre las personas que reproducen este acto.

El apretón de manos es quizás el gesto más extendido entre conocidos, pero existen tantos saludos como culturas: dos o tres besos en las mejillas, abrazo, juntar las narices, la inclinación de la parte superior del cuerpo, sacar la lengua…

Atendiendo al riesgo de contagio, lo cierto es que los países asiáticos llevan ventaja y la mayoría de ellos se saludan a una distancia prudencial. En el caso de España, sin embargo, al apretón de manos (nada preventivo), se le suma también los dos besos, un gesto que ha ido desapareciendo de forma paulatina en la mayor parte de Europa desde que la epidemia de peste asoló Europa en el siglo XIV.

La distancia de seguridad recomendada para evitar el contagio por coronavirus choca de lleno con estos gestos, pero no todo está perdido.

Nuevas formas de saludo

Desde algunas organizaciones, como la Organización Mundial de la Salud, recomiendan buscar alternativas a los saludos tradicionales como el choque de codos, agitar las manos o los dedos. Algunos se resisten a innovar, pero lo cierto es que estos y los famosos abrazos y besos virtuales parecen estar calando entre la población más joven.

Esta pandemia y el riesgo de que aparezcan otras en un futuro obliga a cambiar de estrategia en los encuentros laborales. En breve, las reuniones de trabajo volverán con nuevas medidas de prevención y cada uno de nosotros tendrá que decidir cómo afrontar este saludo. El choque de codos parece tener más defensores en los ambientes cercanos, pero incluso los políticos se han mostrado abrumados con este gesto. Lo más probable es que la mayoría opte por un saludo en la distancia, perdiendo la cercanía anterior a la pandemia. Pero cuidado con pensar que estos carecen de interpretación: el gesto facial mientras pronunciamos un simple hola o la forma de agitar nuestra mano se convertirán en indicadores potenciales y tendrán mucho que decir a nuestro interlocutor.

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