No sabíamos qué día sería, pero todos los ciudadanos anhelábamos conocer cuándo podríamos desprendernos de la mascarilla tanto en zonas exteriores como en interiores. Ya decidiríamos si reduciríamos su uso o no, pero nos sentiríamos libres al poder escoger libremente una u otra opción. Al final el día tan esperado llegó a finales del mes pasado, pero algunos adolescentes contemplaban la fecha con recelo por el miedo que sentían al quitarse la mascarilla, es decir, el ‘Síndrome de la cara vacía’. Los expertos apuntan que estos jóvenes encaran la vuelta a la normalidad con temor porque el hecho de llevar la cara descubierta evidencia sus complejos e inseguridades sobre su estética personal. Muchos jóvenes han iniciado su adolescencia viéndose obligados a esconder su rostro por lo que en la actualidad sienten vergüenza exponiéndose a los demás sin mascarilla, una herramienta que en cierta manera utilizan como protección. Los profesionales destacan que durante los dos últimos años muchas personas con problemas de autoestima se han sentido protegidas al poder esconder algunos defectos en la dentadura, el acné o el bello facial.
Este síndrome no solo afecta a los jóvenes, sino que otros grupos de población también sienten que no están preparados para afrontar sus actividades cotidianas llevando sus rostros descubiertos. El miedo a contagiarse sigue latente en algunos ciudadanos que se resisten a abandonar la mascarilla a pesar de que su uso no sea obligatorio. Asimismo, en los últimos días hemos podido comprobar cierto desconcierto entre la ciudadanía ya que surgían dudas en cuanto a los lugares donde su uso estaba o no permitido. Esta situación se producía, por ejemplo, en los andenes del metro y en los andenes del tren donde no es obligatorio pero muchos usuarios lo desconocían. Sin duda, durante mucho tiempo antes de entrar en un recinto cerrado nos asaltará a la cabeza la duda sobre la posibilidad de acceder al mismo con o sin mascarilla.
Por otra parte, las redes sociales también han influido en gran medida en que los jóvenes se vean abocados a sentir depresión o ansiedad. En concreto, un informe publicado bajo el nombre #NewFilters evidencia que los filtros empleados en esta red social tienen un impacto negativo en la manera que los jóvenes conciben su propia imagen corporal afectándoles gravemente no poder alcanzar los estándares de belleza deseados. Por ello, esta fobia que sienten muchos adolescentes a volver a mostrar su rostro se ha visto agudizada tras acabarse la obligatoriedad del uso de las mascarillas. En definitiva, tal y como apuntan los expertos es necesario respetar la decisión de cada persona ya que tenemos la potestad de decidir cuándo estamos preparados para abandonar la mascarilla. Sin duda, para esto a cada persona también le llegará su momento.
Como ya sabéis este año celebramos nuestro 25º Aniversario y durante este tiempo siempre hemos apostado por la seguridad y el cuidado de todos nosotros. Sin duda, continuaremos haciéndolo en el futuro.
