Como cada año Forbes USA publica por estas fechas su lista con los hombres y mujeres más ricos del planeta y, si se observan los datos, se aprecian algunas diferencias que podrían estar asociadas con la pandemia que azota el planeta, ocasionada por la infección con el coronavirus SAR2-CoV-19. Curiosamente, hay 600 milmillonarios más que el año anterior, lo que se supone está vinculado a los efectos de la pandemia, y 7 de los 10 primeros puestos ya corresponden a nuevas tecnologías. Un ejemplo próximo en el que se combinan estos dos datos es el caso de Amancio Ortega, que aún incrementando su fortuna sale de los diez primeros puestos de la lista. Oportunidades financieras, pese a la crisis, y predominio de lo digital son dos aspectos clave.
La verdad es que la pandemia de la COVID-19 ha acelerado muchos cambios sociales, algunos inicialmente coyunturales pero que apuntan a que pueden consolidarse tras la situación actual, y todo apunta a que esto sucede especialmente con el incremento del comportamiento digital en general y en concreto en el caso de España. Encontramos corroboración de esta hipótesis inicial en la última oleada del estudio Navegantes en la Red en su 23º edición que acaba de presentar la Asociación para la Investigación de los Medios de Comunicación (AIMC), un estudio de alta fiabilidad activo en la Red entre los meses de octubre y diciembre de 2020, y que ha obtenido 24.062 entrevistas válidas.
Como afirman desde tiempos ancestrales las filosofías orientales, puede que la única constante de nuestras vidas sea precisamente el cambio, y en esta crisis que nuestro planeta atraviesa en la actualidad esto al menos se hace evidente en cómo, afirma la propia AIMC, “los ciudadanos han tenido que reinventar su día a día ayudados por internet y las nuevas tecnologías”.
Desde la perspectiva de una agencia de comunicación especializada en salud y consumo podemos observar cuáles han sido los resultados más relevantes de este estudio de cara a ir previendo el modo en que estos cambios en el comportamiento social afectarán al proceso de comunicación y tratando de identificar qué pautas serán las más adecuadas de cara mantener la eficacia comunicativa durante estos tiempos aceleradamente cambiantes.
Tendencias en la red
Según el estudio, que históricamente ha funcionado como un claro anticipador de tendencias, se puede deducir que los navegantes en la red se incrementan en número y que además están hiperconectados, se están haciendo cada día más expertos y además se encuentran mejor equipados tecnológicamente. A grandes rasgos, estas son algunas de las conclusiones que nos señalan las actitudes poblacionales más relevantes y que sin duda pueden servir de base para el diseño de las próximas estrategias comunicativas:
- La pandemia ha reforzado nuestro conocimiento digital de modo que se aprovechan más y mejor las posibilidades que ofrece internet y se utilizan cada vez más programas y aplicaciones.
- Ha crecido enormemente el uso de las videollamadas, tanto para temas personales como para los laborales y académicos.
- Se ha intensificado la compra por internet, y también la búsqueda y conocimiento de los productos comerciales mediante las pantallas, que vienen a sustituir cada vez más al escaparate físico.
- Los navegantes se van sintiendo cada vez más cómodos con el teletrabajo, siendo ya, al menos parcialmente, la opción de trabajo preferida.
- Se incrementa la prevalencia de nuevos dispositivos de acceso a la red como el televisor, los altavoces inteligentes (con los que cada vez se habla más en las casas) y los smartwatchs.
- Los navegantes en su mayoría están constantemente conectados y de forma activa, “con el móvil siempre a mano”, disponiéndose cada vez más de una tarifa sin límites.
- La publicidad (aunque se acepta en cierta medida), la seguridad y la privacidad siguen siendo los principales problemas de internet.
- La mayoría de los navegantes solo leen la prensa en versión electrónica, habiéndose producido un incremento en las suscripciones a periódicos y revistas. La radio y la televisión se ven cada vez más a través de internet y el crecimiento de las suscripciones a portales de contenidos audiovisuales ha crecido sustancialmente.
- En cuanto a las redes sociales, aunque Facebook mantiene su hegemonía, ha bajado 12 puntos respecto al año anterior. La siguen Twitter, LinkedIn, Pinterest y TikTok, esta última irrumpiendo en el listado.
Estos y otros muchos datos que aporta el estudio deben contribuir a abrir nuestra percepción de cómo está evolucionando el comportamiento social, ya que, como se ha venido demostrando en anteriores oleadas del estudio de AIMC, aunque los navegantes en la red no sean toda la población, si que constituyen un relevante indicador del camino que luego sigue el resto de la población, permitiéndonos prever además cómo está siendo la evolución actitudinal de ellos mismos. Está en manos de cada cual el análisis y uso de estos datos, lo que sin duda es indispensable para quienes estamos como parte protagonista en el entramado de la comunicación, también como navegantes en la red, construyendo marcas saludables que se deben seguir fortaleciendo y siendo productivas durante la pandemia para encarar la tan ansiada normalidad que vendrá acompañada de una cada vez más completa transformación digital.