Todavía no se había cambiado de siglo y la organización sin fines de lucro Friends of Trees ya estaba plantando árboles a lo largo de las calles de Portland, Oregón (Estados Unidos). Lo ha hecho durante más de tres décadas y, ahora, el estudio ‘The association between tree planting and mortality: A natural experiment and cost-benefit analysis’ arroja datos como que aumentar la cobertura de árboles al 30 % podría disminuir en un tercio las 6.700 fallecimientos precoces atribuidos al aumento de las temperaturas en 93 ciudades europeas.
Como aseguró la líder del estudio, Tamar Iungman, del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), las altas temperaturas en ambientes urbanos están asociadas con resultados negativos para la salud, como insuficiencia cardiorrespiratoria, ingreso hospitalario y muerte prematura. En este sentido, este estudio ha sido el primero en analizar específicamente la mortalidad prematura causada por las elevadas temperaturas en las ciudades y la cantidad de fallecimientos que se podrían evitar aumentando las zonas con árboles.
Otro dato que se ha extraído del artículo es que un tercio de dichas muertes prematuras que se achacaron al incremento de las temperaturas en diferentes ciudades europeas durante el verano de 2015 podría haberse evitado aumentando la cubierta forestal urbana. Asimismo, se ha puesto de manifiesto que la cubierta arbórea podría reducir las temperaturas urbanas alrededor de 0,4 grados en el periodo estival.
Precisamente, en BERBES, hemos trabajado con la compañía farmacéutica Grünenthal en iniciativas para combatir el cambio climático y proteger al planeta. Fue en 2021, cuando el grupo quiso celebrar su 75º aniversario de una forma especial, se marcó como objetivo plantar 7.500 árboles en aquellas regiones del mundo donde tienen presencia. Un árbol elimina en promedio 10 kilogramos de dióxido de carbono del aire cada año y, las investigaciones demuestran que, algunos árboles llegan a almacenar hasta 16 kilogramos al año en sus primeros 20 años de vida.
Datos que recuerdan que, de acuerdo con la ley climática europea, los países de la UE deben reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en, al menos, un 55 % para 2030; con un único objetivo: lograr que la UE sea climáticamente neutra para 2050. Ojalá se consiga.
