No hay duda de que una vez finalice la pandemia habremos adquirido hábitos digitales en salud que hasta ahora no teníamos. Algunas tecnologías que se están utilizando durante esta crisis sanitaria han demostrado ser indispensables, lo que contribuirá a que a partir de ahora las valoremos y utilicemos de forma más frecuente.
La consulta de mapas interactivos, el rastreo de teléfonos móviles (más frecuente en unos países que en otros), la utilización de apps para aprender a afrontar situaciones de estrés, consulta de bots para resolver dudas, servicios de telemedicina, soluciones de crowdsourcing para científicos con bases de datos gratuitas, inteligencia artificial, etc. son algunas tecnologías que ya existían, pero que ahora se han instalado en nuestro día a día casi sin hacer esfuerzos y están resultado de gran utilidad durante la pandemia.
Obviamente, no todas ellas se quedarán de forma regular. Pero, ¿cuáles deberían hacerlo o cuáles se deben trabajar para mejorar nuestro sistema sanitario?
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Inteligencia Artificial para predecir crisis sanitarias
La aplicación de la IA en la predicción de la pandemia todavía produce mucho escepticismo y, la realidad es que a día de hoy poder conseguirlo todavía supone una utopía. Sin embargo, se está trabajando en sistemas de pronóstico con las tecnologías de las que disponemos hoy en día.
Una de las cosas que hemos aprendido en esta situación es todo lo que se puede llegar a hacer con los datos de los que disponemos y a favorecer su uso en los entornos hospitalarios. Quién sabe si una próxima posible crisis de salud pública se podría evitar gracias a ello.
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Telemedicina a través de smartphones
Las consultas de telemedicina han aumentado un 153% en España desde que se decretó el estado de alarma, según datos de mediQuo, la app de eHealth. El confinamiento y el cierre de muchos centros de salud ha sido el desencadenante de ello.
La telemedicina estaba en auge antes de esta crisis, y este tipo de apps habían cobrado en los últimos años mucha importancia para profesionales sanitarios y pacientes, pero esta crisis sanitaria ha demostrado que funcionan y que el sector sanitario se está digitalizando a buen ritmo.
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Impresoras 3D
Una de los problemas más graves que hemos tenido todos los países durante esta crisis (y que muchos de ellos siguen teniendo) es la falta de respiradores en los hospitales. En España, un consorcio de organizaciones que reúne al Consorci de la Zona Franca (CZFB), HP, Leitat, SEAT, el Consorci Sanitari de Terrassa (CST) y El Hospital Taulí en Sabadell diseñó un respirador de emergencia impreso en 3D médicamente validado.
Esta tecnología puede ser, además, una alternativa a tecnologías más costosas y resulta adecuada para regiones de bajos recursos. Asimismo tiene otros usos más allá de una pandemia, por lo que, sin duda, hacer de ello una parte integral del sistema de atención médica ayudará a satisfacer la demanda con suministros hechos internamente.
Son innegables los beneficios de la aplicación de la tecnología en la salud. Ayudan en la gestión y la prevención, empoderan al paciente, puede llegar a prevenir catástrofes… todo ello muestra que se debe seguir trabajando en su mejora e implementación teniendo en cuenta, eso sí, la privacidad y seguridad de los datos que se manejan. La implementación de soluciones novedosas debe hacerse rápido, pero siempre con la seguridad en mente.
