A veces los días mundiales conmemoran efemérides o simplemente se celebran en una fecha escogida al azar. Otras veces se eligen por curiosidades del calendario que tienen algo que ver con lo que se quiere reivindicar. Así, el 29 de febrero, el día más “raro” del año, es el Día Mundial de las Enfermedades Raras. O el recientemente celebrado 11 del 11, el día con más “unos”, se celebra el Día del Soltero en China, donde las cifras tienen un gran simbolismo. Con esta lógica, uno de los Días que se celebra esta semana está muy bien escogido. El tercer miércoles de noviembre se conmemora el Día Mundial de la EPOC. Se trata de una fecha poco reconocible en el calendario e indiferente para gran parte de la población. Nada más apropiado para la enfermedad que se conmemora.
Siete de cada diez españoles desconocen la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), según una encuesta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). El hecho de que sea la enfermedad respiratoria crónica más frecuente en adultos y la cuarta causa de mortalidad en nuestro país (por encima del cáncer de pulmón) también es ajeno a la mayoría. Cuando sí se ha oído hablar de ella, esta enfermedad, que se caracteriza por “quitar el aire” a quien la padece, tiene una imagen que no se corresponde con la realidad. El perfil que casi todos imaginan (también algunos profesionales sanitarios) es el de un varón de avanzada edad y fumador. Muchos pacientes lo son, pero las mujeres no son inmunes a esta patología, y cada vez la sufren más, aunque están menos diagnosticadas. También, personas que ya no fuman o que, incluso, no lo han hecho nunca, por efectos de la contaminación, tabaquismo pasivo o condicionantes como haber nacido con bajo peso.
Ligarla al tabaco hace que, por un lado, algunos de quienes no sufren esta dolencia se muestren indiferentes: el consabido “ellos se lo han buscado”. Por el mismo motivo, algunos afectados cargan con sentimientos de culpa. En las primeras etapas de la enfermedad, incluso es común que los propios interesados eviten ir al médico, pues son conscientes del daño que provoca fumar y prefieren “no saber”.
Pandemia y más
En los últimos tiempos, los enfermos de EPOC han tenido cargas añadidas, que han dificultado aún más su día a día. Primero, como otros colectivos de pacientes, por la Covid-19. Los pacientes con EPOC son más vulnerables ante el SARS-CoV-2, con muchas más posibilidades de hospitalización y muerte. Por eso mismo, su confinamiento no ha durado tres meses, sino que, en muchos casos, se ha prolongado casi hasta la actualidad. Pidieron tener prioridad en la vacunación, pero no la tuvieron (con 2,9 millones de afectados en España, quizá son un colectivo demasiado numeroso). A la pandemia se ha añadido, en los últimos meses, una nueva y desagradable sorpresa, la del recibo de la luz. La subida de las tarifas eléctricas afecta a todos, pero de manera muy especial a quien tiene que pasar hasta 16 horas “enganchado” a una máquina para poder respirar.
Por todo ello, en este 2021, queremos dedicar nuestro reconocimiento a los pacientes de EPOC en su día, este año, el 17 de noviembre. Una fecha como otra cualquiera para insuflar algo de aire a quienes viven en una constante cuesta arriba.