Inundaciones, tormentas, incendios, sequías…La naturaleza, y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), no cesan en insistir en que debe de producirse un cambio “radical” para evitar que la Tierra se encuentre en una situación límite. Así lo comentó la directora ejecutiva del Programa para el Medio Ambiente de la ONU (PNUMA), Inger Andersen, semanas antes de la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 (COP 27).
Precisamente, el último informe del PNUMA ha revelado que se está muy lejos de conseguir el objetivo fijado en el Acuerdo de París: limitar a 1,5 ºC el aumento de la temperatura del planeta para fin de siglo; ya que según los compromisos climáticos actuales de la comunidad internacional oscilan en torno a 2,4 ºC – 2,6 °C de incremento de la temperatura. Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C este siglo y seguir con los objetivos del Acuerdo, el mundo necesita reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero en los próximos ocho años.
A pesar de que las temperaturas están subiendo en todo el mundo, Europa se lleva la peor parte, de acuerdo con un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU y el programa Copernicus de la Unión Europea. En concreto, alertan de que en el continente “las temperaturas han aumentado significativamente durante el período 1991-2021, a un ritmo medio de aproximadamente 0,5 °C por década”.
Pero eso no es todo. El informe pone de manifiesto algunos de los efectos que el cambio climático tiene (y tendrá) para la salud: provocará más muertes y enfermedades causadas por fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, como las olas de calor; se multiplicará la incidencia de los casos de zoonosis y de las enfermedades transmitidas por los alimentos, el agua y los vectores y se ocasionarán más casos de salud mental.
Con el objetivo de evitar un desastre climático y hacer hincapié en algunas soluciones disponibles y en aquellos avances que se necesitan, diferentes expertos subrayan –entre ellos Bill Gates— la importancia de llegar a cero emisiones netas de carbono para 2050 o antes. Igualmente, el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, asegura que las acciones que se realicen hoy en día determinarán el mundo en el que vivimos dentro de 10, 20 o 50 años.