Semana convulsa para el Partido Popular, y el origen ha estado en un asunto relacionado con la sanidad y la pandemia. No es la primera vez. En 2021, el entonces consejero de Sanidad murciano se “saltó” la cola para vacunarse de la Covid-19, lo que dio lugar a un intento de moción de censura y, de rebote, a una convocatoria electoral en Madrid, cuya vencedora, Isabel Díaz Ayuso, es ahora también protagonista del terremoto.
Las mascarillas de la discordia
El asunto sanitario es el contrato para suministrar mascarillas a la Comunidad de Madrid en abril de 2020. El hermano de la presidenta, Tomás Díaz Ayuso, cuya empresa suministra material a hospitales, medió para la adquisición a China y cobró, lo que para algunos es una comisión y para otros, honorarios por sus gestiones. La investigación sobre este acuerdo llevó la semana pasada a la ruptura total entre la presidenta madrileña y la cúpula de su partido. Por cierto, que uno de los encargados de defender públicamente la gestión de Ayuso en un momento en el que no se sabía bien de qué lado se decantaría la balanza fue el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Finalmente, el apoyo y tirón electoral de Ayuso llevó al abandono por los suyos y caída en desgracia del hasta ahora presidente nacional del PP, Pablo Casado, junto con su número 2, Teodoro García Egea.
Feijóo, de gestor de hospitales a presidente
Y, en este punto, volvemos a la sanidad. Pues, con Casado y su núcleo duro anulados, todas las miradas se han vuelto hacia el que fue un histórico sanitario, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. El que fuera presidente del antiguo Insalud tiene todas las papeletas para tomar las riendas del principal partido de la oposición, pero habrá que ver en qué términos. Ya en 2018 amagó, pero no le convenció tener que enfrentarse a otros candidatos en unas primarias. Esta vez ha reconocido que debe “tomar decisiones”.
El virus y “The Crown”
Esta semana, por tercera consecutiva, el SARS-CoV-2 parece haberse encaprichado con la realeza. Después de Felipe VI, Margarita de Dinamarca, Carlos de Inglaterra y otros ilustres ‘royals’, la última en caer ha sido la decana de todos ellos, Isabel II de Inglaterra. A punto de cumplir 96 años, aunque se ha trasladado que sus síntomas son “similares a los de un catarro”, preocupa su estado de salud, que le ha hecho suspender incluso sus reuniones virtuales. Un capítulo del “The Crown” de la vida real que todos esperan cerrar pronto porque, además, coincide con el levantamiento total de restricciones en Reino Unido. Ya es casualidad.