Como cada año, del 18 al 24 de noviembre tiene lugar la “Semana mundial de concienciación sobre el uso de los antimicrobianos” desde que así lo estableciera en 2020 la Alianza Tripartita formada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una fecha significativa que coincide con la celebración este viernes, 18 de noviembre, del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos 2022. Ambas citas son indispensables para señalar la importancia de una problemática, la resistencia a los antimicrobianos (RAM), que la OMS ha calificado como “una de las diez principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad”.
Pero, ¿cómo es posible que tanto antibióticos como antimicrobianos hayan pasado de ser medicamentos esenciales a formar parte de una amenaza para la salud mundial? Este tipo de fármacos se utilizan para prevenir y tratar infecciones, pero, especialmente en los últimos años, muchos virus y bacterias han dejado de responder ante ellos debido a mutaciones y cambios, lo que ha provocado el aumento de las resistencias antimicrobianas y dificultado el tratamiento de las infecciones.
Un ejemplo de ello lo encontramos en el virus SARS-CoV-2 y la pandemia por COVID-19, cuya aparición aceleró esta problemática debido al aumento del consumo de antibióticos para tratar a los pacientes. Sin embargo, según el informe “La resistencia a los antimicrobianos, acelerada por la pandemia de COVID-19”, de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), “es probable que las resistencias antimicrobianas hayan causado más muertes que el virus en sí, ya que las infecciones bacterianas secundarias pueden empeorar el desenlace de una enfermedad grave”.
Así, el principal factor que provoca la aparición de patógenos farmacorresistentes es el uso indebido y excesivo de los antimicrobianos y antibióticos. Una situación que afecta no solo a la salud, sino también a la economía, ya que las resistencias provocan mayor duración de las enfermedades e infecciones, lo que se traduce en estancias hospitalarias más largas y la necesidad de innovar con nuevos medicamentos.
One Health en la lucha contra las resistencias antimicrobianas
Este año, el lema elegido en la “Semana mundial de concienciación sobre el uso de los antimicrobianos” es ‘Prevengamos juntos la resistencia a los antimicrobianos’ para poner de relieve la necesidad de la “colaboración de todos los sectores para preservar la eficacia de estos medicamentos fundamentales”.
En este sentido, el concepto One Health o “una salud” resulta clave a la hora de hacer frente a las resistencias antimicrobianas, a través de una respuesta integral e integrada para fomentar el uso prudente de los antimicrobianos y establecer medidas preventivas. De hecho, esta situación afecta no solo a los seres humanos, sino también a animales, plantas y medioambiente.
Algunas medidas que se proponen para hacer frente a las RAM de manera colaborativa entre todos los sectores se centran en la prevención y control de posibles infecciones tanto en centros hospitalarios como en la industria alimentaria y explotaciones agrícolas; un adecuado saneamiento, higiene y gestión de residuos; y el acceso a las vacunas, entre otras.
Una colaboración a la que nos sumamos desde BERBĒS en nuestro compromiso por avanzar hacia una sociedad más saludable.
