Esta semana comenzaba con el segundo Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud presidido por la ministra Luisa Carcedo, estando en funciones. Fue el primer encuentro de los máximos responsables de la sanidad en las comunidades autónomas y, por tanto, gestores de la sanidad en todo el país, al que faltó, por cierto, como viene siendo habitual, la consejera catalana, de lo que no cabía casi ninguna duda siendo el día que se dio a conocer la sentencia del procès.
Temas del encuentro
En la reunión se abordaron, como adelantábamos la semana pasada, varios asuntos de “lucimiento”, ya de cara a la campaña electoral: Plan de Alzheimer, vuelta de España al Fondo Global contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria y, quizá lo más relevante, la autorización de la primera terapia avanzada cuyo titular es un hospital público, el Puerta de Hierro de Madrid. Pero la ministra y los consejeros tuvieron sobre la mesa un asunto más: el Brexit.
Objetivos
Uno de los objetivos de este encuentro Ministerio-Autonomías era preparar a la sanidad española para un Brexit “duro” o sin acuerdo. El lunes, era el escenario que parecía más probable, como reconocieron altos cargos del Ministerio a los periodistas. De este modo, se informó a los consejeros del plan de contingencia elaborado por el Gobierno, que en el área sanitaria incluye todas las materias en las que se requeriría la adopción de medidas en caso de un divorcio abrupto: asistencia sanitaria, historia clínica, productos químicos, medicamentos de uso humano y veterinario, alimentación, productos cosméticos, profesiones sanitarias, consumidores y usuarios, etc.
Conclusión
Sin embargo, la semana concluye con lo que, si sale adelante, será una buena noticia para todo el sector: el acuerdo entre la Unión Europea y el Reino Unido para un Brexit “ordenado”. Si este sábado el Parlamento británico finalmente da su apoyo a este principio de entendimiento, el suministro de fármacos, la asistencia sanitaria a los residentes del Reino Unido en España, que son casi un tercio de los residentes británicos en otros países, y la facturación de esta asistencia entre países, entre otras cuestiones, seguirán como hasta ahora, o casi, a partir del 31 de este mes de octubre. Muchos respirarán aliviados.