Pocas veces como esta semana Gobierno e industria farmacéutica han mostrado una sintonía mayor. El martes se aprobó en Consejo de Ministros la Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-2028 y a ambos lados el documento ha sido considerado un triunfo propio. Liderado por el Ministerio de Sanidad, aunque Mónica García se quedara fuera de la rueda de prensa de Moncloa, ha contado con la participación de cuatro Departamentos, más Presidencia del Gobierno. De este documento, el Ejecutivo ha resaltado que es “una hoja de ruta para garantizar el acceso a medicamentos de calidad, a la vez que se fomenta la innovación y se asegura la sostenibilidad del sistema”. Antes de publicarlo, la información que el Gobierno había facilitado a algunos medios para hacer sus “previas” de la noticia, señalaba que se pretendía acabar con “los lobbies” farmacéuticos. Esta expresión no aparece en ninguna parte en el documento de 44 páginas, pero ha servido para que el Ejecutivo explique que el documento “marca las reglas del juego de la industria farmacéutica”. Desde Farmaindustria subrayan, por su parte, que el plan sitúa a la industria farma como un sector estratégico en España y pone el foco en la innovación, la producción y el acceso. Ambos destacan lo evidente: las farmacéuticas generan más 270.000 empleos en España y cuentan con 174 plantas de producción de medicamentos. Nuestro país es el cuarto mercado farmacéutico de la UE en términos de facturación y el noveno a nivel mundial, además del gran foco europeo de los ensayos clínicos. Motivos suficientes para ponerse de acuerdo.
Más muertes dos años después de la pandemia
Además de la Estrategia Farmacéutica, esta semana Sanidad ha publicado otra información relevante: el documento “Patrones de mortalidad en España 2022”. Se trata de una recopilación de fallecimientos por causa de muerte que revela que, dos años después del inicio de la pandemia, los decesos por Covid-19 se redujeron respecto al año anterior, pero no así los causados por otras patologías. Como se sospechaba, dos años después de la crisis sanitaria, las defunciones aumentaron: se registraron 464.417, un 3% más que el año anterior, aunque menos que en 2020. La tasa de mortalidad ajustada por edad aumentó en la mayoría de las 15 principales causas de muerte. El cáncer, las enfermedades cardíacas y la Covid-19 provocaron casi la mitad de los fallecimientos.