Hace un mes el Boletín Oficial del Estado (BOE) recogía el decreto por el cual se ponía fin a la obligatoriedad del uso de mascarillas en interiores, salvo excepciones concretas recogidas en el propio documento. Entre ellas, la necesidad de seguir usándolas en centros sanitarios o en el transporte público.
Pero en la práctica, todavía hay una fina línea en la que la duda acecha. ¿Debemos llevarla al entrar a comprar, ya sea en grandes superficies o pequeños establecimientos? ¿Se sentirán cómodos los trabajadores si decidimos no llevarla? Y también se extiende a otros en los que las relaciones personales están más presentes.
Aunque cada centro de trabajo ha estipulado la necesidad o no de hacer uso del cubreboca en el ambiente laboral, en caso de que se haya optado por prescindir de ella de manera obligatoria. ¿Se sentirán en riesgo nuestros compañeros si no la usamos?
Desde BERBĒS, apostamos por la salud y seguridad de empleados y clientes, motivo por el cual, de momento, hemos abogado por mantener el uso de las mascarillas en el ambiente laboral.
Aprendiendo a convivir con el virus
A pesar de que hayamos dejado atrás (al menos en el momento actual) los momentos más duros de la pandemia, no estamos exentos de contagiarnos de este u otros virus. ¿Qué hacemos si presentamos síntomas que pudieran estar relacionados con el coronavirus? ¿Es necesario realizar test de autodiagnóstico cada vez que tengamos la mínima sospecha? Teniendo en cuenta que a finales del mes de marzo el propio Ministerio de Sanidad anunciaba el fin de las cuarentenas en casos de COVID-19, ¿cómo actuamos en estos casos?
En definitiva, todas las medidas anunciadas en los últimos meses se orientan hacia la misma meta: volver a una suerte de ‘vieja’ normalidad. Pero con todos los elementos nuevos que entran en la ecuación (en la que también es importante el uso que cada uno haga de su libertad individual), parece que llega el momento de ir aprendiendo sobre la marcha cómo vivir un día a día en el que el virus que ha protagonizado nuestras vidas durante más de dos años, pase a un segundo plano. ¿Será cuestión de tiempo?