El alfabeto griego tiene dos “oes”, la Ómicron, literalmente “o pequeña”, y la Omega, “o grande” y última de todas las letras. Si la “o pequeña” ha puesto patas arriba en menos de una semana las conexiones, la economía y la estrategia contra la Covid-19 de medio mundo, cabe preguntarse qué pasará cuando llegue la Omega. Y también, cuándo llegará ese momento, si se agotarán algún día las variantes del SARS-CoV-2 o habrá que echar mano del alfabeto cirílico, por ejemplo, para seguir contando la pandemia.
La transparencia se castiga
Todo empezó a principios de la semana, cuando Sudáfrica comunicó a la Organización Mundial de la Salud que había detectado una nueva variante del coronavirus que parecía mucho más contagiosa. La OMS le puso nombre, y ya va por la segunda mitad del alfabeto y, acto seguido, países de todo el mundo “premiaron” la rapidez y transparencia del país africano cerrando las conexiones aéreas con la región. La descubridora de Ómicron, la Dra. Angelique Coetzee advirtió de que los síntomas que había visto eran incluso más leves que con las variantes anteriores. Pero ya era tarde, Sudáfrica había sido aislada, aunque los casos se confirmaban en países de todo el mundo. La OMS ha mostrado su rechazo por esta actitud, pero sus quejas han caído en saco roto, como parecen caer los llamamientos a vacunar a toda la población en países en desarrollo para evitar que el virus vuelva a mutar.
Tratado de pandemias para 2024
Para hacer las cosas mejor la próxima vez, esta misma semana, la Asamblea Extraordinaria de la OMS ha acordado poner en marcha un proceso a nivel mundial para elaborar un Tratado de Pandemias que esté listo en 2024. La próxima reunión será antes del 1 de marzo y, la siguiente, antes de agosto, con el objetivo de evitar los “numerosos fallos” de la gestión de la Covid-19. La ministra de Sanidad española, Carolina Darias, que participó en la reunión, apoyó la idea de este tratado, que además debería garantizar el acceso equitativo a suministros básicos. Por si acaso, mientras tanto, y en plena sexta ola, los técnicos del Ministerio de Sanidad ya han empezado a recomendar unas Navidades con menos comensales por mesa.
Cuatro décadas de lucha
También esta semana se ha celebrado el Día Mundial de la lucha contra el VIH/sida. Este año la conmemoración era especial, porque se cumplen 40 años desde el descubrimiento de la enfermedad. Si bien desde entonces se han dado enormes pasos, y la enfermedad ha pasado de ser una sentencia de muerte segura a una dolencia crónica que se puede controlar fácilmente con medicación, el estigma apenas ha cambiado. Las personas con VIH se encuentran con grandes dificultades en sus relaciones laborales y sociales y, a menudo, se ven obligadas a ocultar su condición. Esta fecha nos recuerda que existen otras pandemias y que es muy, muy difícil acabar con ellas por completo.
