Cuando empezó esta semana, las mascarillas eran obligatorias en todos los lugares públicos, incluidos los espacios al aire libre; a mediados, pasaron a ser optativas en la calle. Cuando termine la semana, habrá un nuevo Gobierno (o un intento) en Castilla y León y, sin duda, en la decisión en las urnas pesará la gestión de la pandemia. Esta semana, además, el SARS-CoV-2 ha llegado hasta la Zarzuela. En suma, la pandemia es omnipresente. Está en la calle, en la política y, ante ella, sí que somos todos iguales.
Covid Real
Felipe VI está confinado, después de dar positivo por Covid-19 y presentar síntomas leves. A estas alturas, cuando conocer a alguien que no haya pasado el virus se está convirtiendo en una rareza, la noticia sorprende a pocos, pero recuerda que aún no hemos terminado de surfear la sexta ola, aunque la incidencia siga bajando. También, que desde principios de 2020 el SARS-CoV-2 ha dejado muy claro que nadie estará a salvo hasta que todos lo estemos. Jefes de Estado, de Gobierno y, en España, presidentes de numerosas Comunidades Autónomas han sucumbido ante él en los últimos dos años y siguen haciéndolo. Esta semana parece haberse centrado más en las monarquías, pues además del rey, la reina Margarita de Dinamarca, el príncipe Carlos de Inglaterra y la princesa Yoko de Japón se han topado con el virus esta semana.
Castilla y León vota con la gestión sanitaria de fondo
Uno de los presidentes autonómicos que todavía no ha pasado (que se sepa) la Covid-19 ha sido el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Sí lo ha hecho su ex socio, ex aliado y ex vicepresidente Francisco Igea, que dejó en esta campaña electoral una imagen inédita (una más de las que ha dejado la pandemia) al participar en el debate electoral de forma telemática, por permanecer en cuarentena. Más allá de la anécdota, este domingo la gestión sanitaria y de la pandemia tendrá un peso específico en las elecciones que se celebran en la comunidad autónoma. Castilla y León, en buena medida, ha sido un verso suelto autonómico, no sólo dentro del partido que la gobierna. Por ejemplo, fue la única región de las gobernadas en coalición (de uno y otro signo) que dejó en manos del partido minoritario, en este caso, Ciudadanos, la Consejería de Sanidad, una de las que más peso presupuestario y político tiene en todas las autonomías. Y la dejó en sus manos para incluir a una independiente, Verónica Casado, médico de Atención Primaria galardonada. También fueron a contracorriente hace justo un año cuando intentaron adelantar el toque de queda dos horas antes de lo establecido en el estado de alarma. Pero la ruptura de PP y Cs y la convocatoria de elecciones lanzó todo por los aires y ahora está por verse cómo valorarán esta trayectoria los electores. Sea cual sea el resultado, la gestión de la pandemia influirá “mucho o bastante” en el sentido del voto para la mayoría.
