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BĒ Inspiración

Urnas y mascarillas

By julio 10, 2020No Comments

Campañas electorales en la “nueva normalidad”

Las campañas electorales en la “nueva normalidad” parecen menos intensas que las de la antigua. Será por estar sentados en sillas a metro y medio de distancia durante los mítines o será porque la duda ya no es tanto quién ganará los comicios, sino si el virus permitirá celebrarlos sin incidentes. Esta es la impresión que dan los actos electorales en Galicia y País Vasco, que este domingo celebran elecciones autonómicas, si los brotes de A Mariña y Ordizia no dan demasiados disgustos.

Los sondeos dicen que los actuales responsables, el presidente Núñez Feijóo y el Lehendakari Urkullu saldrán bien parados de esta cita que, recordemos, debía haberse celebrado el 5 de abril, en pleno ascenso de la curva pandémica. Habrá que ver si se cumplen las predicciones, y habrá que ver qué parte del resultado puede atribuirse a la gestión de la COVID-19. Es decir, se verá si gestionar una pandemia sin precedentes beneficia o perjudica en las urnas a los que han tenido que cumplir esa tarea. Aunque no sean cabeza de lista, buena parte de esa gestión ha recaído sobre los consejeros de Sanidad.

Reconfinamientos y estudio de seroprevalencia

En Galicia, el conselleiro Jesús Vázquez Almuiña, que sí ocupa un lugar destacado en las listas del PP a las elecciones, tiene que lidiar estos días con uno de los primeros reconfinamientos, junto al de Lleida y su comarca, el de A Mariña. El hecho de que se haya confinado esta zona sólo durante cinco días, lo que asegura la participación en las elecciones, y de que los alcaldes de partidos de la oposición pidan suspender los comicios le está dando más quebraderos de cabeza de los que ha tenido en mucho tiempo, pues le ha tocado gestionar la pandemia en una de las comunidades menos afectadas, como demuestran los datos del estudio de seroprevalencia del Ministerio de Sanidad y del Instituto de Salud Carlos III.

Obligatoriedad de mascarilla

En Euskadi, Nekane Murga, que fue nombrada responsable de Sanidad hace poco más de un año, tampoco ha podido descansar de la gestión pandémica en campaña electoral. Después de Galicia, fue la primera comunidad autónoma en entrar en la “normalidad”, pero el brote de Ordizia es uno de los que más preocupan de las decenas de episodios activos en toda España. En su caso, no han decidido confinar a la población, pero sí obligar a llevar mascarilla en todos los espacios públicos, con o sin distancia interpersonal.

Esta medida, precisamente, es una de las que ha protagonizado los titulares en la última semana. No fueron Galicia ni País Vasco los primeros en plantearla, sino Cataluña. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha decretado su uso obligatorio desde el jueves, como medida “in extremis” para frenar el brote de Lleida y la comarca de El Segrià, sin duda, el más grave detectado tras el fin del estado de alarma. Con un hospital de campaña funcionando, voluntarios en el hospital de Lleida y pacientes derivados a otras CC AA, el president espera no tener que recurrir al Estado de momento. Mientras, muchos esperan poder irse de vacaciones antes de que la situación se agrave.

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