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BĒ Inspiración

Cinco prácticas que la pandemia ha cambiado en el ámbito profesional y de la comunicación

By marzo 9, 2021No Comments

Estos días se cumple el “aniversario pandémico”. Hace un año desde el momento en el que la mayoría de los españoles fueron conscientes del alcance del SARS-CoV-2, con el primer estado de alarma y el confinamiento. En un momento en el que todos, medios de comunicación y ciudadanos, echan la vista atrás para comprobar, una vez más, el cambio radical que han experimentado las vidas de todos, desde BERBĒS queremos centrarnos en el ámbito profesional y de la comunicación y las relaciones públicas. No sólo ha cambiado nuestro trabajo diario (como recogía la portada de The New Yorker de diciembre de 2020, con la que acompañamos este texto), sino que hay muchas prácticas que no volverán a ser iguales. Hoy nos adelantamos al futuro próximo y nos centramos en cinco que se verán modificadas en los próximos años.Portada de New Yorker sobre teletrabajo

Saludos físicos

Mucho se ha hablado de la falta de contacto físico, de besos o abrazos entre familiares y amigos. Pero los saludos no son sólo una muestra de cariño entre personas conocidas, sino que juegan un importante papel en las relaciones profesionales. Hasta hace poco, se recomendaba en cualquier formación orientada al networking o a la consolidación del liderazgo empezar las conversaciones con un fuerte apretón de manos, estableciendo contacto visual. ¿Y qué fue de aquellos eventos en los que, presentarse saludando a unos y a otros con dos besos o la mano era una manera de demostrar cuántos contactos se tenían en un determinado ámbito? En algunos de estos eventos, de hecho, el objetivo de muchos de los asistentes era saludar (con un saludo físico, por supuesto) al mayor número de invitados posible. Aún es difícil predecir si estos gestos volverán en el futuro, pero, en los próximos meses se consolidará el saludo con el codo, pese a que la OMS no lo recomienda, y otros similares. También se emplearán otras técnicas para sustituir a los saludos, derivadas de la no presencialidad total de muchos eventos, como recordar a los asistentes por el nombre propio y de forma individual.

Viajes corporativos

Ya se estudia cómo salvar el turismo, uno de los sectores más claramente damnificados por la pandemia. Sin embargo, los expertos señalan que los viajes por motivos de trabajo tardarán más en volver. O, incluso, puede que no vuelvan tal y como los conocíamos. Los congresos y convenciones han pasado a un formato híbrido, que permite participar en remoto, lo que se ha convertido en práctica habitual y es probable que no resulte extraño en el futuro, aunque se eliminen las restricciones a los viajes. En cuanto a otro tipo de viajes profesionales, se ha comprobado que no son imprescindibles para el funcionamiento de las compañías, además de tener un alto coste económico y medioambiental, una preocupación creciente de muchas empresas. Por ello, aunque volverán (pasaporte Covid mediante), es probable que lo hagan a otra escala, con menos personas de los equipos involucradas y sólo en ocasiones puntuales, para mantener encuentros de mayor relevancia.

Reuniones de trabajo

Con las reuniones ocurrirá algo parecido a lo descrito en el apartado anterior. Aunque la presencialidad no se pierda y sea, incluso, imprescindible en algunas ocasiones, el hecho de haber trabajado en remoto durante tanto tiempo ha desarrollado prácticas que han venido para quedarse. Así, cuando una persona participe on-line en una reunión presencial de trabajo o en una presentación será tomado con naturalidad y no se considerará que está menos involucrado/a. Por otro lado, las reuniones a través de plataformas como Teams, Webex, Zoom, etc. se mantendrán. Y cada vez son más las empresas que las emplean ya no sólo para tratar las tareas diarias, sino para intentar sustituir a las charlas entre colegas que se dan en una oficina, para evitar el aislamiento de los empleados en un momento de la pandemia en el que el teletrabajo aún ocupa un espacio importante.

Indumentaria

Sin duda, el teletrabajo y no haber mantenido encuentros sociales, tampoco en el ámbito profesional, ha cambiado los hábitos de vestuario de muchos. Con el paso de los meses, la llamada “ropa de oficina”, ha sido abandonada en el armario o hasta donada de forma definitiva, como explica este artículo del NY Times en español. En los escaparates de las marcas más conocidas también se aprecia el cambio de tendencia. ¿Qué ocurrirá cuando el fin de la pandemia se acerque? Las corbatas y los tacones volverán, pero, como en los casos anteriores, se impondrá un término medio, se medirá cada ocasión y habrá menos “uniforme” entre unos profesionales que mantendrán los modelos híbridos también en la vestimenta.

Regalos

En un momento en el que el networking y los contactos profesionales aún están reducidos a su mínima expresión, cobran protagonismo herramientas como los regalos corporativos o los kits personalizados que, en pandemia, son el equivalente, en ocasiones, a la entrega de una tarjeta o, en otras, a un buen catering en un evento. El hecho de que muchos profesionales pasen más tiempo en su casa también abre un abanico de posibilidades, como los presentes a domicilio, que pueden incluir alimentos (cestas de frutas, desayunos…), o pueden tener un tamaño o forma que no sería apropiado para enviar a una oficina. También han triunfado en los últimos meses, como era previsible, detalles como las mascarillas corporativas o los envases personalizados de gel hidroalcohólico, algo que es puntual. Lo que es seguro es que los regalos corporativos tienen un futuro postpandémico por delante, en el que, probablemente, se reinventarán para hacerse más selectivos y personalizados.

 

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