La pandemia provocada por el covid-19 supuso un antes y un después en el tratamiento de la salud mental. La incertidumbre de la situación, los horarios impuestos, las restricciones de movilidad, la pérdida de trabajos, etc. provocó un gran deterioro en la salud mental de la población. Tanto es así que un 6,4% de la población ha acudido a un profesional por algún tipo de síntoma, siendo el mayor porcentaje un 43,7% por ansiedad y un 35,5% por depresión, según los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
No obstante, si algo bueno ha traído la pandemia es la toma de conciencia de la importancia de cuidar de la salud mental individual. Un elevado porcentaje de población ha recurrido a pedir ayuda psicológica ya que percibe que algo no va bien en su día a día. Una prueba de ello es el aumento de las listas de espera para recibir atención psicológica en un centro de salud mental. En Madrid, por ejemplo, es de cuatro meses y
las esperas entre sesiones terapéuticas se retrasan más de mes y medio. Estos datos empeoran en la atención psicológica de jóvenes y niños.
También hemos comprobado que se ha perdido un poco el estigma, aunque queda mucho por hacer, y se habla abiertamente de estos problemas. Un ejemplo de ello son los actores, artistas o celebrities nacionales e internacionales como J Balvin, Selena Gómez, Tamara Gorro, Dani Martín, Dulceida, etc., que en los últimos años hemos visto como han hablado sin tapujos de sus propios problemas de salud mental.
Salud mental en el ámbito laboral
Sin embargo, en el ámbito laboral la salud mental sigue siendo un tema tabú para abordar con los altos cargos. Así lo afirma el 70% de los profesionales que reconoce no encontrar apoyo emocional por parte de su empresa, y solo en el 20% de los casos lo recibe de su jefe, según un estudio elaborado por Cobee.
En este mismo sentido, el 57% de los empleados considera que su empresa no se preocupa por su salud. En el ámbito de la salud mental, las cifras empeoran: 7 de cada 10 afirman no tener ningún apoyo emocional por parte de su empresa; y apenas el 20% lo recibe de su responsable directo.
A pesar de estas cifras, muchas empresas están trabajando para revertir esta percepción y apostando por el bienestar mental de sus empleados. En los comunicados internos para empleados, una gran mayoría ha introducido test en los que se les pregunta por su estado mental y emocional para poder ofrecer valoración y ayuda de un psicólogo a aquel que manifieste malestar. Asimismo, la asistencia psicológica se ha convertido en uno más de los beneficios que ofrecen las empresas a los trabajadores.
