Si la pandemia no existiera, esta semana la población estaría pendiente del inicio de la Eurocopa de fútbol y preparando el final de curso y las vacaciones. Como la pandemia aún existe, la polémica no está en cuántos partidos ganará la selección, sino en cuándo y cómo se vacunan los futbolistas y si los casos positivos de Covid-19 se convierten en brote. Y, por el mismo motivo, en vez de renovar el pasaporte, se empieza a tramitar el certificado COVID digital de cara a los viajes estivales.
La pandemia golpea la Eurocopa
El fútbol ha sido uno de los sectores afectados por la pandemia, con los estadios cerrados durante más de un año. Ahora, a las puertas de la Eurocopa, el SARS-CoV-2 sigue dando sustos a jugadores y aficionados. Primero fue el positivo del capitán de “la Roja”, Sergio Busquets, y luego, el falso positivo de Diego Llorente. A un caso de ser declarado brote, el seleccionador ha tenido que crear una burbuja alternativa con jugadores llamados de urgencia para asegurar la comparecencia de España en su primer partido, ante Suecia, que también tiene dos positivos en sus filas. Pero la polémica de la semana ha estado en la vacunación del equipo. Con más de la mitad de la población adulta aún sin inmunizar, han surgido voces que han puesto en duda que sea una medida justa. Finalmente, la ministra de Sanidad ha anunciado que los futbolistas serán vacunados por el ejército, como lo fueron los deportistas olímpicos, este mismo viernes. Más allá de si es acertada o no la decisión, parece claro que los tiempos se han ajustado al máximo.
Sanidad recomienda, no obliga
Además de autorizar vacunaciones deportivas, Sanidad esta semana ha terminado de dar vía libre a las CC AA para que organicen la hostelería y el ocio nocturno, dejando en recomendaciones lo que la semana pasada era una Declaración de Actuaciones Coordinadas “de obligado cumplimiento”. La decisión de la Audiencia Nacional de otorgar medidas cautelares a Madrid, que denunció invasión de competencias autonómicas en esta “DAC”, ha sido clave. No obstante, la población, al menos de cara a la galería, está de acuerdo en mantener medidas duras para acabar de controlar al virus. Así lo refleja el último “covidbarómetro” del CIS, en el que un 56% de los encuestados manifiestan que se tenían que haber tomado medidas más estrictas. La encuesta también refleja que la mayoría de la población sigue preocupada por la pandemia y que menos de un 30% ve “adecuada” la gestión que se ha hecho de la misma.
