Primero, ¿qué son los hearables?
Al igual que en los últimos tiempos hemos hablado de toda la tecnología del cuidado de la salud relacionada con la muñeca (la que nos mide el pulso, el sueño, si caminamos suficiente y, casi, hasta lo que comemos), ahora vamos a empezar a hablar de todo lo que puede hacer por nosotros la tecnología relacionada con el oído. Los heareables.
Nos es muy difícil adivinar, por la formación de esta palabra, en qué consisten: son auriculares inteligentes. Es decir, dispositivos electrónicos de tecnología avanzada que se sitúan en el oído. Están diseñados para múltiples propósitos como la transmisión inalámbrica, la comunicación, la monitorización médica y el seguimiento del estado físico.
¿Nos van a convertir en superhéroes?
Los hearables van más allá, y parece que están convirtiendo la ciencia ficción en realidad: un pequeño dispositivo en el oído que te ayuda a entender la conversación lejana a pesar del ruido, o que te ayude a entender todo lo que se dice en cualquier país al que viajes.
Si nos centramos en la salud, suponen una nueva era en el tratamiento de enfermedades y problemas relacionados con la audición. Estos aparatos pueden combinar múltiples funciones, se pueden utilizar para el diagnóstico, el tratamiento… Sobre todo, pueden ayudar a mejorar la vida de 466 millones de personas que, según la OMS, sufren de perdición auditiva hoy en día.
Evolución de una tecnología hasta ahora nada “sexy”
En los últimos 10 años la tecnología del cuidado del oído y la audición se ha transformado radicalmente: los audífonos cuyo objetivo era únicamente permitir o aumentar la audición, ahora se han convertido en instrumentos médicos multifuncionales.
Y esto no hace más que crecer. Ahora tienen acceso a internet, sirven para un iPhone y pueden escanear el sonido ambiental 100 veces por segundo y reducir el sonido antes de entregarlo. Los expertos además indican que la tecnología Bluetooth se convertirá en un elemento habitual en los audífonos muy pronto, especialmente desde que Apple ha patentado una conexión específica para ello en su plataforma iOS.
Estos dispositivos se han convertido en “asistentes digitales”, que desarrollan tareas que van mucho más allá de ayudar con la audición y cambian la percepción del ambiente u ofrecen servicios muy diferentes a sus competencias anteriores: sensores avanzados, medidor de frecuencia cardíaca… en definitiva, llevan los audífonos al terreno del autocuidado.
¿Y qué pasa cuando se le añade inteligencia artificial?
Hoy en día ya hay compañías que han desarrollado dispositivos que utilizan pequeños sensores junto a inteligencia artificial (IA) para filtrar selectivamente el ruido, centrándose en fuentes de sonido específicas, mientras mide, a la vez, parámetros de salud como los pasos caminados, pisos subidos, actividad cognitiva (como lo hablado e interactuado con otras personas).
Naturalmente Google ya ha aparecido en escena, y está desarrollando un sistema basado en IA y asistencia que consiga aislar una determinada voz entre varias, un salto impresionante para aquellos con falta auditiva.
Pero es que más allá, los audífonos podrán conectarse a internet sin necesidad de un smartphone. Llegado ese momento no es difícil imaginar que no solo las personas con pérdida auditiva querrán obtener un dispositivo así, sino todo el mundo.
Estas son solo unas pinceladas de hacia dónde va todo ello. Pero, si sumamos audífonos de diseño atractivo y futurístico, más otorgar al hombre capacidades impropias del ser humano, más -tal vez en algún momento- CRISPR y la edición genética, ¿en qué pueden llegar a convertirse o convertimos estos dispositivos?