Análisis preliminar de cómo afectan los resultados electorales a la sanidad
Han pasado 5 días desde las elecciones generales del pasado domingo. Es pronto, pero se puede hacer un análisis preliminar de cómo afectarán los resultados a la sanidad. Como se preveía, el Congreso sale de esta convocatoria muy fragmentado, y la formación de gobierno no está garantizada. Pero sí parece que la fórmula con más posibilidades es la coalición anunciada entre PSOE y Unidas Podemos, si consiguen recabar los apoyos necesarios para la investidura. Y en estos días también se está aclarando, en parte, cómo quedará el panorama sanitario en la Legislatura que arrancará con la apertura de las Cortes el próximo 3 de diciembre.
Si gobierna Pedro Sánchez, contará con tres vicepresidencias: la prometida para Pablo Iglesias, la económica para Nadia Calviño -con la que espera cumplir las exigencias económicas de Bruselas- y una más, de carácter político, que mantendría Carmen Calvo, de la que también dependería la Comisión de Secretarios de Estado y Subsecretarios, el órgano que decide los asuntos que cada semana despacha el Consejo de Ministros.
La vicepresidencia de Pablo Iglesias
La vicepresidencia de Iglesias será de carácter social y, previsiblemente, de ella dependerán, al menos, algunos de los ministerios prometidos a Podemos, que representarán alrededor de un tercio del Gobierno, por lo que, como mínimo, serán tres o cuatro. No es descabellado suponer que uno de estos Departamentos será el de Sanidad, que a día de hoy, con el apellido de “Bienestar Social”, es el más social. Sánchez ya se lo ofreció al partido morado en la negociación de la pasada primavera.
Próximo ministro/a de Sanidad
Por tanto, el próximo ministro/a de Sanidad será, probablemente, elegido por Podemos. Carcedo dejará el Ministerio y es previsible que también lo haga el secretario general, Faustino Blanco, muy vinculado a ella. Lo que no está tan claro es que el cambio vaya a afectar a todos los cargos intermedios. Al fin y al cabo, será un Gobierno de coalición, y que un director general de carácter técnico haya sido nombrado por el PSOE no tendría por qué suponer un problema. Podría ser el caso de la directora general de Farmacia, la valenciana Patricia Lacruz, que ya se mantuvo después de la dimisión de Carmen Montón como ministra, que fue quien la nombró.
Habrá que esperar aún varias semanas para despejar todas las dudas sobre el futuro de la sanidad.