Tener una buena genética no garantiza tener buena salud. Ejemplos como la relación directa entre el tabaco y el cáncer, o entre el consumo excesivo de azúcar y la diabetes tipo II, hacen evidente que los factores ambientales son también decisivos. Pero, ¿y si no bastase con no fumar y comer sano? En algunos casos, llevar hábitos saludables ni siquiera es una opción. Las últimas investigaciones sobre factores externos que determinan la salud señalan el género, el nivel de estudios propio, el de la familia, las condiciones de trabajo o el lugar donde se vive como claves que pueden marcar la diferencia entre la salud y la enfermedad. Y se traducen en años de vida. Éstos son algunos ejemplos significativos.
- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la esperanza de vida de las personas que nacen en países desarrollados es 19 años mayor que aquellas que vienen al mundo en países de renta baja.
- No hace falta recorrer grandes distancias para encontrar desigualdades. Dentro de España, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, en 2021 la esperanza de vida al nacer superaba los 84 años en provincias como Madrid, Navarra y algunas de Castilla y León, mientras que en Ceuta no llegaba a 79 años.
- La mortalidad de menores de cinco años es ocho veces superior en África que en Europa.
- Además de influir en los años de vida, los determinantes sociales influyen en el propio curso de la misma. Un estudio de investigadores valencianos reveló en 2020 que factores como el nivel académico de la madre y el puesto de trabajo del padre determinan el desarrollo cognitivo de los hijos.
- Los determinantes sociales también actúan en pandemia: una investigación de la Universidad Pompeu Fabra señaló que la incidencia de Covid-19 fue más de un 40% superior en barrios de Barcelona con menor renta.
- Por no hablar de diferencias entre zonas rurales y urbanas. Las primeras están más alejadas de centros sanitarios, actividades de prevención, etc., mientras que las segundas adolecen de falta de zonas verdes.
En definitiva. Etnia, género desempleo, ocupación, pertenencia a colectivos LGTBI+… todos esos factores se han revelado decisivos en algún aspecto relacionado con la salud.
En nuestros 25 años de historia, BERBĒS ha participado en distintas iniciativas encaminadas a avanzar en la equidad en salud. Porque ninguno de los factores anteriores debería marcar la diferencia entre estar sano y enfermo.